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El pick and roll es una de las acciones más utilizadas en el básquet actual, y consiste en que un portador de balón reciba un espacio extra luego de una cortina que su compañero le ponga a quien lo está marcando. A partir de eso, al jugador que está atacando con la naranja se le abre un panorama de infinitas opciones y puede decidir con qué veneno liquidar al rival, ya sea con un tiro, una penetración, un pase al bloqueador o a los laterales.

La NBA es una de las ligas que más lo explota y Facundo Campazzo siempre se caracterizó por sacar sobresaliente en la materia. Pero, en los primeros meses en Denver no tenía ese rol. Entró tímido, se dedicaba a esperar la pelota en las esquinas y a hacer su trabajo defensivo, lo que no solo era una muestra de adaptación, sino un ejemplo de cómo ser al llegar a un equipo nuevo, sin pedir protagonismo inmediato y demostrando con talento en la cancha que quería ser importante y que podían confiar en él.

Paulatinamente, los Nuggets cada día empezaron a explotarlo más en una función que le es inherente. Desde la lesión de Jamal Murray, ese rol aumentó con fuerza y en la actualidad es, junto a Monte Morris, uno de los dos basquetbolistas de Denver que, acorde a las estadísticas de NBA.com, más posesiones utiliza para jugar en el pick and roll, con 4,7 de promedio, a la vez que es el primero en frecuencia en esta situación (42,4%).

En un esquema ofensivo tan afianzado como el de Michael Malone en Denver, explotar esas armas siempre es interesante y también más fácil que en otros equipos. Desde el codo o el eje, Campazzo está encontrando un lugar en el juego en parejas con Nikola Jokic o en las continuaciones con Aaron Gordon, como lo hacía al comienzo de la temporada con JaMychal Green, pero haciendo el pop (abrirse en vez de meterse tras la cortina) y no el roll.

En este ejemplo se puede ver de la mejor manera ese aceitado sistema. Primero Gordon es el que cortina a Campazzo, para luego jugar un mano en mano con Jokic y pick sucesivo que obliga a Enes Kanter a ajustar sobre el argentino y no le da la chance a Damian Lillard de recuperar con él ni cubrir la caída del serbio. ¿Resultado? Dos puntos fáciles para Denver.

Esos puntos del balcánico resumen también a la perfección que Campazzo va en contra de la media y su pick and roll no busca puntos, sino asistencias y generación para el resto. De hecho, está anotando apenas 0,43 tantos por posesión cuando se desempeña como portador, lanzando a un 27,3% de campo.

Pero, a la hora de pasar el balón sí que es productivo desde el bloqueo y continuación, manteniéndose como el que más asistencias entrega en Denver en estos playoffs con 6,7 de promedio y 19 en total. Ante la falta de puertas abiertas para los pases de Jokic (la defensa de Portland le permite anotar, pero le corta las líneas de gol a sus compañeros), el argentino es el médium entre los puntos y los que lo acompañan.

Tal es así que a la hora de hablar de su talento como generador se codea con los mejores de la NBA. Hasta ahora mantiene un percentil de 86 en cuanto al volumen de creación de pases, que, según el índice de BBall Index, analiza la magnitud de un jugador a la hora de realizar acciones para sus compañeros. Allí, jugadores como Trae Young (99) o Mike Conley (93) dominan cada noche. 

Lo mismo a la hora de hablar de eficiencia, siempre teniendo en cuenta la cantidad de veces que no pierde el balón y los minutos en los que posee la naranja en esa función. Su percentil no se altera y sigue de 85 en esa arista, en la que Kyle Lowry (97) y Ricky Rubio (95) supieron ser los mejores con medias no tan divergentes a las del argentino.

“La otra cosa impresionante es que en los últimos dos juegos tuvo 21 asistencias y solo dos pérdidas, y ¿qué querés de un base? Querés un armador que organice al equipo, mejore a sus compañeros y cuide la pelota, y Facu en los últimos dos partidos lo estuvo haciendo de manera fenomenal”. Eso había dicho Malone de Campazzo allá por abril.

Sigue haciéndolo Facu, sin más preámbulos que un siete en la camiseta, con trabajo y sin buscar excusas. Defensa, asistencias, generación y versatilidad para aclimatarse al rol que precise Denver en ese momento. Lo que pedís lo tenés, es Campazzo, aquel loco cordobés.

Ignacio Miranda/ [email protected]
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