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Nicolás y Nicolás, el entrenador para esta Ventana de Argentina y el alero no solo comparten nombre sino también un pasado como campeones del básquet local y constantes reencuentros en la selección mayor. Las coincidencias entre los tocayos empezaron en 2012 cuando el cañadense recaló en las filas del remero correntino. Un entorno de lujo para la formación de aquel talento en carrera de dar un salto monumental de Argentina a la NBA.

En aquel conjunto celeste lo acogieron rápido líderes como el Yacaré Kammerichs, Paolo Quinteros y el Paragua Martínez, además de un entrenador caracterizado por la formación de jugadores. Aquella combinación resultó en unas finales ante Lanús y la consagración para los celestes.

Post título, Brussino ambos llegaron a otra final y tras un subcampeonato marchó a otro escenario de campeones, Peñarol, con otra temporada de progreso dio el salto mayor directo a Dallas. El entrenador fue tenido en cuento en otras ocasiones para el asiento mayor de la Selección y su joyita fue una de sus fichas. Se reencontraron en el Sudamericano de 2014, donde Brussi hizo su debut y también en el de 2016.

En la actualidad, actuando en suplencia de Pablo Prigioni, Casalánguida dirige a la Mayor en la última Ventana FIBA rumbo a la Americup 2025. En el primero de los duelos, su cómplice fue el mayor anotador en la derrota ante Venezuela con 12 puntos. Para la segunda cita, ante Colombia, será la voz de experiencia en cancha junto a Pato Garino. Con la piezas conocidas entre sí, pero en medio de un contexto de recambio, la selección ya selló su clasificación y ahora busca terminar como el 1 de su zona.

Pablo Catalá / [email protected] 
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