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Sergio Scariolo fue el nombre propio más fuerte en este último fin de semana, tras el oro de España en el Eurobasket. Curioso que se destaque tanto al entrenador cuando ha sido un equipo el que consiguió la hazaña, pero es que cuesta recordar casos en donde un coach haya tenido tanta injerencia para un logro tan importante como el de los españoles ante Francia. Porque no fue solo la final. 

España no fue el mejor equipo del torneo, probablemente, pero sí, con diferencia, el mejor preparado. Como también lo fue en el Mundial 2019, cuando ganó el oro frente al otro equipo mejor preparado, Argentina. Ya hemos dicho varias veces que hay un hilo entre esa Argentina y esta España que Scariolo es el que mejor lo representa. 

Luego de ganar el Eurobasket, como era esperable, hordas de fanáticos (mucha prensa incluida también), probablemente varios de los que pidieron su dimisión en el Mundial 2010, salió a colocar a Sergio en un pedestal tan alto que hasta suponían absurdo dudar de que Scariolo es el mejor entrenador de la historia de selecciones FIBA. Entonces nos pusimos a hacer un largo recorrido y llegamos a esta conclusión, opinable por cierto: Scariolo, definitivamente, ha dado el salto al grupo histórico con Alexander Gomelski, Kanela y Mike Krzyzewski. Pero el orden, ya es más complicado. Incluso unos cuantos entrenadores más podrían apelar la nota y pedir ser incluidos. Veamos. 

Alexander Gomelski fue el hombre que comandó la etapa más exitosa de cualquier selección nacional en la historia: la Unión Soviética. Por cantidad de títulos y por cantidad de años, solo equiparable, claro, a Estados Unidos, con la salvedad de que los Estados Unidos solo competían con lo mejor que tenían habilitado en Juegos Olímpicos (hasta 1994) y que prácticamente nunca repetían coach, salvo el hombre que también integra esta lista, Mike Krzyzewski.

Gomelsi dirigió a la URSS casi 30 años, desde comienzos de los 60 hasta 1988 (con dos impasse entre 1971 y 1976 y 1985 y 1986), período en el que cosechó una animalada de títulos: 7 Eurobasket (61, 63, 65, 67, 69, 79, 81); 2 Mundiales (67, 82) y 1 Juego Olímpico (88); más 4 platas (JJOO 64, Eurobasket 77, 87 y Mundial 78) y 5 bronces (Mundiales 63, 70; JJOO 68 y 80 y Eurobasket 83). Total: ¡19 medallas! Es cierto que en esa época, sobre todo en los 60, casi no tuvo rival en Europa, ganando 8 Eurobasket consecutivos, 6 con Gomelski al frente. También dominó el mundo conformando un tridente con Estados Unidos y Yugoslavia que se repartieron todos los títulos grandes de esos tiempos. 

En esa misma era de Gomelski, incluso un poco antes, hubo otro entrenador de enorme éxito a nivel regional y mundial, que fue el brasileño Togo Renan Soares, popularmente conocido como Kanela. El coach estuvo al frente de Brasil 20 años, desde 1951 a 1971, ganando 2 Mundiales (59, 63) siendo plata en otros 2 (54, 70) y bronce en el Mundial 67 y en los Juegos Olímpicos de 1960. Al ser el único de esta parte del mundo, el problema es cómo contar los Sudamericanos. Porque Kanela ganó 5 y fue plata en otros 2, en una época donde no había una gran diferencia entre Sudamericano y Eurobasket. Obviamente, hoy sí la hay, más allá de que el Sudamericano no existe más y no cubría toda América. Pero a Kanela es imposible obviarlo. 

Otros entrenadores súper exitosos del siglo pasado, todos de la ex Yugoslavia. El más exitoso porque logró mucho en poco tiempo fue Ranko Zeravica: oro en el Mundial 70 y en los JJOO de 1980; plata en el Mundial 67,  JJOO 68 y Eurobasket 69 y 71, más bronce en el Mundial 82. Luego hay que hablar de Dusan Ivkovic, con 4 oros (3 Eurobasket y 1 Mundial) y 2 platas (JJOO 88 y Euro 09). Y no olvidar a Mirko Novosel (campeón de los Eurobasket 73 y 75, plata en el Mundial 74 y bronce en los JJOO 76, 84 y del Euro 93) y al gran Alexander Nikolic, que tuvo dos oros (Euro 77, Mundial 78); tres platas (Euro 61 y 65, Mundial 63) y 1 bronce (Euro 63). 

Llegamos entonces a este siglo, y al gran dominante del mismo: Mike Krzyzewski. Mr K tomó el control de Estados Unidos por primera vez en la historia con un plan a largo plazo en el 2006. Se pegó un golpe en el primer torneo, perdiendo la semi del Mundial en Japón ante Grecia, y luego no perdió 1 solo partido más hasta que se retiró tras ganar el oro en Río 2016. Impresionante: campeón en los Juegos Olímpicos del 2008, 2012, 2016 y en los Mundiales del 2010 y 2014, más el FIBA Américas del 2007. Récord final al frente de Estados Unidos: 88 partidos ganados y 1 perdido, con 24-0 en Juegos Olímpicos. Indiscutible en esta lista y posiblemente indesbancable del puesto 1, aunque se diga que corría con el caballo del comisario. Esto es estadístico, y los números son fríos. 

Llegamos entonces al enorme Sergio Scariolo. El único de todos los mencionados que consiguió esta fantástica cantidad de logros para un país que no es el suyo. El italiano cayó en España en el 2008 luego de la trompada en la nariz recibida por los españoles en el Eurobasket 2007, perdiendo la final ante Rusia en la penúltima bola, tras haber sido campeones del mundo en el 2006. Sergio los condujo en esa primera etapa a la plata en los Juegos del 2008, al oro en los Eurobasket 2009 y 2011 y a otra plata en Londres 2012.

Se fue, y España cayó en un pozo del que solo salió con la vuelta de Scariolo, en el 2015. Otra vez oro en el Eurobasket de ese año, bronce en Río 2016, bronce en el Eurobasket del 2017, y los dos oros menos esperados después, en el Mundial del 2019 y en el Eurobasket del pasado fin de semana. Probablemente lo de Scariolo sea, de todos los entrenadores mencionados, lo más meritorio, porque sus dos últimas conquistas las alcanzó contracorriente, con enormes equipos enfrente, y volteando a candidatos en situaciones de adversidad notoria. ¿Le alcanza para ser el 1 de todos los tiempos? Obviamente es una cuestión casi ideológica. Comparar situaciones tan distintas como las de los 60 o 70 del siglo pasado con la actual es imposible. Solo se pueden ver números, y eso muchas veces no refleja la realidad. Pero como no hay otra manera, los números aquí quedaron planteados. Usted elija qué valor le da. Scariolo, mientras tanto, sigue festejando.