Paolo Quinteros, el jugador que rompió toda barrera a base de trabajo
21:34 26/10/2022 | Al tirador nunca nadie le regaló nada, y sin embargo rompió límites que posiblemente ni él mismo hubiera soñado cuando arrancó a jugar.
Cuando alguien habla de un escolta de 1.88 es posible que digan que su techo deportivo no sea alto. Sin embargo, Paolo Quinteros fue ese escolta de 1.88 que se encargó de que ese techo siempre subiera, constantemente, desde su debut en 1997 con 18 años hasta su retiro en el 2022 a los 43, con una medalla de bronce colgada en el pecho y una carrera llena de grandes momentos.
Sus primeros pasos como profesional fueron en su ciudad, Colón, con La Unión. En esas tres temporadas se encargó de dejar en claro de manera constante que estaba para más. Fueron un total de 92 partidos y 15.6 puntos de promedio, con un máximo de 20.2 en la 1999-2000.
A partir de ahí se dio el primer salto importante, con su llegada a la Liga Nacional de la mano de Estudiantes de Olavarría. En el Bataraz estaría solo dos temporadas pero dejaría su sello, con un campeonato y siendo clave con su mano anotadora.
Después de un año en Uruguay llegó su primera citación a la Selección Argentina, en lo que sería el primer torneo de un total de 11, contando las Eliminatorias del 2019. Aquel Sudamericano del 2003 marcaría una presencia casi ininterrumpida con la celeste y blanca por ocho años hasta el Preolímpico del 2011, exceptuando solo el 2004.
Su llegada a Boca fue para confirmar todo lo bueno que insinuaba antes. Entre 2003 y 2006 Paolo dominó la Liga Nacional. Fue amo y señor del Xeneize, a quienes llevó a un título local y dos Sudamericanos. En total fueron 159 partidos en la Liga con la Azul y Oro, con un monstruoso 21.01 de promedio de anotación.
Pero su primer paso importante dentro de esta Generación Dorada fue en el Preolímpico del 2007, donde fue clave. Sus 12.3 puntos y 1.5 asistencias fueron importantísimas para lograr el pasaje a Beijing 2008 y el subcampeonato detrás de Estados Unidos.
Y en China, más precisamente en el duelo por el Bronce, Paolo tomó la responsabilidad de ser uno de los que reemplazara al lesionado Manu Ginóbili y anotó tiros que terminaron inclinando la balanza para el lado albiceleste y le dieron la medalla a un equipo que mostró, sobre todas las cosas, un corazón enorme.
En 2006 estaba más que claro que su futuro estaba en Europa, y Paolo dio el salto al León de la LEB Oro. La adaptación no fue una palabra que pegara con Quinteros, porque llevó a su equipo a conquistar la Copa Principe de Asturias y el primer ascenso a la ACB. Decimos primero porque luego pasó al CAI Zaragoza y lo hizo subir no una, sino dos veces a la máxima división española. Y allí tampoco desentonó, con dos temporadas y 15 puntos de promedio, lo que da una muestra del enorme talento del escolta nacido en Colón.
Y en aquel 2011 Quinteros decidió llegar a su lugar en el mundo, Corrientes. Regatas fue y es su casa desde aquel momento y duró 11 temporadas, donde es el jugador con mayor cantidad de partidos y, obviamente, el goleador histórico del remero en la Liga Nacional. Y aquí también llevó a Regatas a ganar el Súper 8 y la Liga en 2012-13, llevando también el nombre a estamparlo a nivel Sudamericano, con el título en esa misma campaña, donde se llevó el MVP de todo ese año.
Una carrera que rompió barreras desde el inicio hasta el fin, donde la palabra límites no existió y donde el nombre de Paolo Quinteros quedará grabado en la mente de cada club y cada amante del básquet que haya visto pasar su talento por una cancha.
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