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El primer partido de las Finales NBA se convirtió en una exhibición del poderío de Kristaps Porzingis, quien regresó tras un mes de inactividad debido a una lesión en el sóleo de la pierna derecha. En el TD Garden de Boston, los Celtics arrollaron a Dallas Mavericks con un marcador de 107-89, destacando el impacto del pivote letón en ambos extremos de la cancha.

Desde el primer cuarto, Porzingis dejó claro que su retorno iba a ser decisivo. En tan solo 12 minutos, anotó 11 puntos, contribuyendo a que los Celtics tomaran una ventaja histórica de 37-20. Esta diferencia de 17 puntos marcó el mayor margen de puntos en un primer cuarto de un juego 1 en la historia de las Finales NBA. “Fue grande para ellos, conectó muchos tiros, fue enorme para ellos en ambos lados de la pista”, reconoció Luka Doncic en la rueda de prensa posterior al partido.

Porzingis finalizó la primera mitad con 18 puntos en apenas 13 minutos, manteniendo una eficacia impresionante con 7 de 9 en tiros de campo. Su capacidad para anotar desde diferentes posiciones y su defensa asfixiante, incluyendo dos bloqueos cruciales, demostraron su importancia en el esquema de los Celtics. “No ha sido ideal estar tanto tiempo parado, pero me ha ayudado a prepararme mentalmente y ha dado resultado, hemos sacado el trabajo adelante”, declaró Porzingis tras el partido.

Los elogios no tardaron en llegar de sus compañeros. Derrick White destacó lo difícil que es enfrentarse a Porzingis, describiéndolo como una “pesadilla”. Jaylen Brown enfatizó que el letón tuvo un “partido monstruoso” debido a su presencia tanto ofensiva como defensiva. Al Horford, quien fue titular en el puesto de pívot, comentó: “me sorprendió gratamente ver lo bien que jugó, lo hizo muy fluido y con mucha energía”.

La actuación de Porzingis no solo fue una reafirmación personal de su talento, sino que también subrayó la astucia de Brad Stevens, presidente de los Celtics, al adquirirlo de los Wizards. Con su rendimiento, Porzingis ha demostrado ser un factor clave para las aspiraciones de título de Boston.

Los Celtics han mostrado que tienen la profundidad y el talento necesario para competir al más alto nivel, y con Porzingis en plena forma, su camino hacia el campeonato parece estar bien encaminado. El impacto del letón en este primer juego no solo cimenta su importancia en el equipo, sino que también envía un mensaje claro a los Mavericks y al resto de la Liga: Boston está aquí para ganar.