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James Harden seguramente era la persona más feliz de todo Philadelphia luego de anotar 42 puntos y el triple que le dio la victoria a su equipo ante Boston para igualar la serie. O la segunda, ya que la primera era su mayor fan, John Hao.

Unas semanas atrás hubo un tiroteo en la Universidad de Michigan State donde el niño en cuestión fue víctima de una bala, que se alojó en su columna vertebral y lo dejó paralizado y con dificultades para el habla. El niño, a su vez, había mostrado su deseo de hablar con la Barba, su ídolo. Y el jugador de los Sixers le hizo una videollamada para desearle una pronta recuperación, pero no todo quedó ahí.

Harden le prometió entradas en primera fila para cuando dejara el hospital y le envió un par de zapatillas firmadas. Y nada más motivador que ver al niño alentándolo en primera fila para un James que revivió después de dos malos juegos y fue clave.

Y luego del encuentro cruzaron algunas palabras y Harden lo invitó al quinto juego en Boston. “Eres un amuleto. Sabes que rezo por ti y que estoy aquí si lo necesitas” le expresó la Barba, en una de las imágenes de la temporada.