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Chris Paul aún es un base estelar, aún domina el juego en su posición y en cada equipo donde está, lo transforma en un contendiente o al menos eleva el nivel de esa franquicia. Sin embargo a lo largo de su extensa carrera, como a tantos otros talentosos, el anillo le ha sido esquivo, quedando para la duda cuanta de su incidencia tiene que ver en que sus equipos no logren salir campeón.

Lo más claro fue la final perdida con los Suns, disputando su primer definición de la NBA, pero despilfarrando una serie que había empezado con un 2-0 favorable tras los primeros dos juegos. Aquello fue un gran mazazo y en la última postemporada no se quedó atrás el golpe que le asestó Luka Doncic con los Mavericks, en aquel juego siete en casa donde fueron vapuelados por el esloveno.

El próximo 6 de mayo, cumplirá 38 años y el retiro estará un paso más cerca para este enorme jugador, que como todo buen base ya va pergeñando su futuro cuando cuelgue las zapatillas. En una charla con el medio Goldman Sachs 10,000 Small Businesses Summit, afirmó que su deseo cuando deje jugar es ser propietario de una franquicia.

“Me gustaría ser parte de un grupo propietario después de que termine de jugar”, expresó con deseos de sumarse a la nueva ola de jugadores inmiscuidos en cuestiones de organización como lo son sus amigos LeBron James, hasta ahora con el fútbol en el Liverpool inglés, aunque con fuertes rumores de hacerse cargo del equipo en expansión en Las Vegas y Dwyane Wade, quien está como propietario minoritario del Jazz.

También Michael Jordan es dueño de los Hornets y quizás el caso más emblemático en el que ser un Dios dentro de la cancha, no te asegura hacerlo bien con el traje desde afuera. Desde que asumió en Charlotte, Su Majestad pocas veces ha tenido un equipo medianamente competitivo.

¿Podrá Chris Paul con su cerebro, armar un equipo campeón con el traje en vez de los cortos? No falta tanto para averiguarlo, pero por ahora es mejor disfrutar de su juego en el rectángulo de juego y ver si este año puede ser campeón en unos Suns que quedaron en deuda la temporada pasada.