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El básquet nos tiene acostumbrados a que se disputen muchos partidos en poco tiempo. En Estados Unidos ocurre mucho este factor y un claro exponente de ello es el March Madness, torneo que con el paso del tiempo fue tomando mayor protagonismo y expectativa en la agenda del básquetbol norteamericano.

El March Madness, o locura de marzo en su traducción, es la modalidad que tomó la NCAA para definir a su campeón de cada temporada. Se disputa durante gran parte del mes de marzo y es la mayor vidriera para los jugadores universitarios de los 64 equipos clasificados para quedarse con el trofeo.

El formato del torneo es bastante simple. Se compone de cuatro rondas y se disputan partidos únicos hasta llegar a las semifinales, donde allí se disputa un Final Four para determinar al campeón de la NCAA. Hay 60 universidades clasificadas de manera directa y se conforman cuatro llaves entre ocho equipos para definir los últimos clasificados y completar la nómina de 64 instituciones.

El First Four, o fase previa, se disputará el 15 y 16 de marzo a la madrugada. Mientras que el jueves 17 y sábado 18 de marzo se jugará la primera ronda del March Madness con ¡32 partidos! La segunda ronda comenzará el sábado 19 y finalizará el domingo 20.

Entre el sábado 2 y el domingo 4 de abril se disputará el Final Four para definir al campeón de la NCAA. El cierre del torneo será en New Orleans y varios especializados dan como candidatos a Gonzaga, Purdue, Arizona e Iowa para llegar a la instancia final.

Desde su estreno en el año 1939, este torneo aumentó su protagonismo y las autoridades decidieron aumentar la cantidad de equipos clasificados temporada tras temporada. En 1951 pasó de 8 a 16 equipos participantes y hasta 1984 aumentó paulatinamente hasta llegar a las 53 universidades.

En 1985 se dio el quiebre, viendo la popularidad del torneo y la gran cantidad de partidos que se disputan y aumentó de 53 a 64 los equipos que clasificaban. Ya en el siglo XXI los mandatarios de la liga universitaria decidieron agregar más partidos previos al March Madness para definir a los últimos equipos clasificados.

En esta edición habrá doble participación argentina en el March Madness. Francisco Farabello y TCU jugarán el viernes por la noche ante Seton Hall y será el único argentino en participar del alocado torneo.

Es para destacar también la participación de jugadores argentinos en toda la historia del March Madness. El que más veces lo disputó fue Juan Ignacio Sánchez. Pepe estuvo presente para la Universidad de Temple entre los años 1996 y 2000, su mejor actuación fue en 1999 en las semifinales regionales ante Purdue donde aportó 17 puntos, 9 asistencias y seis rebotes, pero su equipo cayó en la final ante Duke, que esta temporada será la última participación de su histórico entrenador Mike Krzyzewski.

Otro argentino que tuvo una labor destacada fue Francisco Prato para St. Bonaventure. En la primera ronda cayó ante Kentucky y aportó 20 puntos en la derrota de su equipo. Juan Fernandez participó en cinco oportunidades del March Madness y su mejor actuación fue en el año 2011, donde sumó 23 puntos en la derrota de Temple ante Penn State. La mejor performance del equipo del Lobito fue en la temporada siguiente, donde alcanzó la segunda ronda y cayó ante San Diego State.

Patricio Garino también dijo presente en el March Madness. El marplatense lo disputó en la temporada 2013/14 y aportó 10 puntos y 7 rebotes en la derrota de George Washignton ante Memphis. El último argentino en participar de la Locura de marzo fue Erick Thomas en 2017 para los Privateers de New Orleans.