Porzingis-Marjanovic, ¿las torres gemelas más altas de la historia?
17:38 25/11/2019 | El letón y el serbio conforman la primera dupla de internos de 2.20 metros o más en un equipo NBA, con una particularidad: leé esta nota.
El término torres gemelas se popularizó a mediados de la década de los '80, cuando Houston Rockets fichó en el mismo equipo a Ralph Sampson (2.24 metros) y Hakeem Olajuwon (2.13). Nunca antes se había visto a dos jugadores de semejante tamaño jugar juntos en un equipo con regularidad.
A decir verdad, esas torres gemelas no tuvieron demasiado éxito, más allá de llegar a la final en 1985/86 y perder ante Boston Celtics 4-2. Sin embargo, dos años después, Sampson se fue de Houston y una serie de lesiones permanentes lo dejó sin NBA muy joven, en 1992.
A partir de ellos, el término torres gemelas se usó infinidad de veces, en la NBA y en el mundo FIBA. Houston Rockets, de hecho, armó otras en 2004/05, cuando fichó a Dikembe Mutombo (2.18) y lo puso al lado de Yao Ming (2.29). Pero tampoco causaron furor.
La mejor de todas, sin dudas, fue la conformada por David Robinson (2.16) y Tim Duncan (2.13) en San Antonio Spurs, entre 1996 y 2003. Ganaron dos anillos de la NBA, se complementaban y era muy difícil equiparlos físicamente. En el ámbito internacional, indudablemente la mejor pareja de internos de al menos 2.13 fue la que conformaron (¿conformarán aún?) Pau Gasol (2.15) y su hermano Marc (2.13). En la última década, ganaron juntos varias medallas mundiales y olímpicas. En el mundo FIBA, otra memorable fue la de Vladimir Tkachenko (2.20) y Andrei Belostenny (2.16), con la URSS, en las década de 1970 y 1980.
Este año, sin embargo, es la primera vez que se ve algo particular, y es dos jugadores de más de 2.20 en el mismo equipo, y jugando juntos, ya que mientras que Boban Marjanovic (2.24) es un cinco clásico, el letón Kristaps Porzingis (2.21) es un cuatro, casi 3, con tiro demoledor de tres puntos. ¿Son las nuevas torres gemelas las que tendrán mayor impacto en la NBA moderna? Posiblemente. Dallas es el equipo sensación del momento y, si bien todos los focos están sobre Doncic, lo que generan Porzingis y Marjanovic es algo irrepetible.