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Los Nets llegaron a este partido con tintes de clásico frente a los Knicks como el segundo mejor equipo en cuanto al porcentaje en triples, virtud que revalidaron durante las posesiones iniciales del juego: metieron cuatro bombazos casi en fila (D'Angelo Russell x2 y Joe Harris x2) para establecer una ventaja 14-5 en los primeros tres minutos. Pero a partir de ese momento se secaron y convirtieron solamente uno de los 16 que ejecutaron hasta el cierre de la primera mitad. Esta merma fue aprovechada por los dueños de casa, que se fueron al entretiempo 52-44 arriba en el marcador gracias a un parcial 8-0 en el que brilló Tim Hardaway (6 puntos).

New York mantuvo la supremacía durante los primeros minutos del complemento: impusieron su ritmo y su juego -siguió encendido Hardaway- para meter un parcial 12-1 que los alejó 64-45 y prácticamente sentenció el partido. Lograron la máxima diferencia en la medianía del tercer cuarto a partir de un triple de Damyean Dotson que marcó el 75-50 parcial. Pero Spencer Dinwiddie aportó 10 puntos en el último cuarto y le puso un poco de picante al clásico, ya que acercó a 11 puntos a los Nets cuando faltaban cinco minutos.

Una ráfaga 7-1 de los Knicks sentenció el partido, que culminó con un marcador final 115-96 y empeoró el récord de Brooklyn a un 2-5. Tim Hardaway (25 puntos y 8 asistencias) y Enes Kanter (15 puntos y 15 rebotes) fueron las figuras de la equipo ganador, mientras que en Brooklyn se destacó la tarea de Spencer Dinwiddie (17 puntos) y de Rondae Hollis (16 puntos y 7 rebotes)

¿Qué se les viene a los Nets? El equipo dirigido por Kenny Atkinson -que tiene como asistente a Pablo Prigioni- deberá afrontar una serie de tres encuentros complicadísimos en condición de local, que comienza el miércoles ante los Detroit Pistons, sigue frente a los Houston Rockets el viernes y finaliza el domingo contra los Philadelphia 76ers.