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Se sabía, poco de lo que sucedió hace dos días, por la fase de grupos, podía repetirse. Por nombres, por jerarquía individual y porque se trataba de una instancia superior, mano a mano, Chivilcoy se erigía como un rival de cuidado.

Si a todo eso le agregamos que nunca en la historia Bahía cayó con el rival de turno (récord de 14-0), el furioso arranque de los dirigidos por D’ambrosio sorprendió a propios y extraños.

Chivilcoy movió la bola con naturalidad, encontró puntos en De Pietro y se colocó 11 a 4 arriba ante un elenco bahiense apático, previsible y que no cargó el tablero ajeno para compensar la bajísima efectividad (inició 0/4 y 1/8 en cancha).

Iannamico se gastó un minuto rápido, movió el banco y ensayó una zona defensiva que recién en el segmento final del 2C se animó a presionar.

Calcado fue el arranque del 2C (0/3 y 3 perdidas). Chivilcoy estiró la ventaja ya con Barrales como dueño del juego y Gamazo imponiendo centímetros, armando entre ambos un pick and roll letal. Parecían Stockton y Malone…. o Prigioni y Scola.

Bahía perdió pelotas en media cancha, no bloqueó, se quedó sin soluciones ofensivas cuando Chaves descansó y no entregó el partido en la primera mitad solo porque surgió Dottori, con un par de recuperos y puntos.

El arranque del complemento le dio a Chivilcoy la máxima: 34-55 a 17m40. Ahí tomó la posta Bettiga. Porque Iannamico se la jugó con un equipo más liviano, con Valentín y Buzzo abajo, y el Ruso se bancó a Gamazo, bloqueó, reboteó, atacó, sacó faltas, metió libres. Transpiró. Contagió.

La mano de Chaves, de regreso, completó la obra para permitir el sueño de la remontada más allá de que un triple de Barrales a una mano, sobre los 24s y a más de 7 metros conspiró contra la capital del básquet. Bahía quedó 16 abajo a 8m46.

Aunque la sangre de Bettiga hervía y cada contra ataque feroz empezó a hacer tambalear a Chivilcoy. Solo Gamazo le escapó a la presión bahiense y pudo anotar, manteniendo al equipo de D’Ambrossio 66-79 con 6m37 por delante. Pese a lo esperado en ese momento, el del interno longilíneo fue el último gol de campo de su equipo en la noche…

Una antideportiva de Dottori le permitió a Martirena -en la línea- prolongar el dominio chivilcoyano (68-82 a 3m47). El primer signo de que la quimera podía transformarse en realidad lo mostraron Buzzo (pase) y Arens (anotación): 70-82 a 3m30. Luego, el ex Olimpo y Bahía Basket hizo 1/2 y más tarde encestó una desprolija bandeja que arrimó a los bahienses a 10 (73-83), con 2m por delante. Otra defensa y corajeada mandó a Nocioni (Bettiga) a la línea: 75-83 

Y más tarde, el milagro. Harina recibió de Valentín y encestó su primer triple (1m01). En la siguiente la recuperó, se abrió y volvió a subir el volumen, dejando a Bahía 81-83 (36s).

La desesperación desprotegió el aro bahiense y De Pietro ubicó a Gamazo en transición, quien increíblemente (jugó los 40m) falló debajo del cesto. Chaves cuidó la bola siguiente con 25s por delante y la pasó a Buzzo, quien falló el triple ganador. Aunque el rebote, discutido por Bettiga (¡cuándo no!), fue para Bahía.

Con 17s, Iannamico utilizó su último minuto. El escolta de El Nacional se jugó la personal y tras un freno, se arqueó hacia atrás, anotó el tiro corto y se ganó el bonus por falta de De Pietro. Con 8s, Chaves encestó el libre. Barrales se encargó de la última bola, pero tropezó en el inicio de la penetración y estalló la victoria bahienses más heroica de los últimos tiempos.

Porque fue uno de esos partidos en el que el rival las mete todas (casi literal) y al equipo propio no le sale nada, llegando a cerrar el cotejo con Heinrich y Torres, dos de los más valiosos del plantel, en el banco.

Fue el corazón de Bettiga (Dottori lo imitó, otros se contagiaron), la mano encendida de Harina y la convicción de Chaves lo que impulsó el triunfo. Será un capítulo más en la inmensa historia.

Resta un partido, el más importante del torneo, y ante el local Olavarría. Allá irá Bahía.

Bahía Blanca 84: Franco Ruesga 2, Lucas Chaves 25, Valentín Bettiga 18, Gonzalo Torres 2, Ramiro Heinrich 2 (Fi); Facundo Arens 5, Aníbal Buzzo 2, Javier Bollo 2, Agustín Dottori 15, Germán Andrés 0 y Federico Harina 11. DT: Andrés Iannamico.

Chivilcoy 83: Alejo Barrales 18, Francisco Dinova 4, Erbel De Pietro 15, Héctor Martirena 14, Joaquín Gamazo 24 (Fi); Lucas Andujar 5, Fernando Rivera 3, José Luis Pappalardi 0, Maximiliano Tamburini 0 y Santiago Barrales 0. DT: Diego D’Ambrosio.

Parciales: 16-24, 32-49 (16-25), 57-72 (25-23) y 84-83 (27-11).

Arbitros: Lucas Bianco (Tres Arroyos) – Alejandro Chantiri (Olavarría) – Leonardo Corzo (E. Echeverría).

Estadio: Maxigimnasio del Parque Guerrero (Estudiantes, Olavarría).

Olavarría 76 - Necochea 69

Olavarría hace historia, se metió en la final / Infoeme

Olavarría, en un partido entretenido para la afición, venció a Necochea y jugará por el título de campeón Provincial.

En lo que duró el partido, reinó la paridad, nunca hubo un claro dominador y por eso el ganador se definió en los instantes finales a favor de la selección local, que tuvo más paciencia y encontró a Brocal puntos decisivos.

Pero antes, hubo cambios de liderazgo, momentos de lucidez de varios de los jugadores y un inicio de partido que marcaba que el final ajustado era previsible.

Que el primer cuarto fuera a favor de Olavarría y el segundo para el combinado de Necochea, indicaba lo parejo del trámite. Merchant por el lado local, en el cierre del cuarto uno y Basabe en el otro periodo y para el otro seleccionado, fueron las vías ofensivas más efectivas al finalizar la primera mitad.

En el tercer cuarto se vio, tal vez, el momento con más nervios para la selección visitante que no pudo sostener la ventaja lograda y permitió que de la mano de “Toti” Brocal, la selección pase al frente. En el periodo definitorio la diferencia  fue casi siempre inexistente y si bien el resultado indica que Olavarría venció por 7 puntos a su rival, la realidad es que esa distancia se dio desde la línea de puntos en el último minuto de juego.

Olavarría ganó, se metió en la final de la competencia con un equipo con mayoría juveniles e intentará arrebatarle el título de campeón a Bahía Blanca, que accedió a ese lugar al ganarle a Chivilcoy por 84 a 83.

Olavarría (78): Thygessen (7),  Brocal (20), Santana (2), Tambucci (0), Delgado (15) -FI- Giménez (2), Herrero (0), Martina (5), Monacchi (7), Merchant (20), Weisbeck (0). DT: Marcelo Macías.

Necochea (69): Silveyra (6), Harstrock (3) Mateo, J. (4), Basabe (19), Mateo, L. (9) –FI- Roumec (4), Lorenzo (14), Zulberti (2), Cerone (8). DT: Nicolás Rusconi.

Estadio: Maxi Gimnasio del Parque Guerrero.

Arbitros: Vito, F., Pereyra, M. y Ale, J.

Parciales: 17-15; 32-35; 56-52 y 78-69.