La insólita decisión de la Liga que abrió espacio para los GD en la 1995/96
17:50 23/01/2025 | La AdC tomó la determinación en aquella temporada de la categorización de jugadores, lo que hizo que los equipos debieran apostar a sus juveniles, muchos de los que harían historia grande.
A lo largo de los años la Liga Nacional ha sufrido cambios en su formato y en la conformación de las fichas para los planteles. Y en la 1995/96 la AdC tomó una decisión llamativa, pero que daría lugar a una camada de jóvenes que pedía pista.
Con la intención de regular la economía de los clubes y los salarios, los dirigentes sorprendieron con una novedad reglamentaria de peso. Con una votación de 13 a 3 (solo Boca, Atenas e Independiente de Pico votaron en contra), se aprobó la categorización de los jugadores.
Esto era una calificación de los jugadores en A, A-B, B y B-C, realizada por dirigentes de clubes, árbitros, la Asociación de Entrenadores, la Asociación de Jugadores, la Mesa Ejecutiva de la AdC y algunos periodistas invitados que calificaban a los jugadores. Un máximo no mayor de 110 y un mínimo de 90 puntos acumulables, los clubes tenían que armar sus equipos.
Una serie de restricciones también se hacían presentes, por ejemplo, si un equipo contrataba tres jugadores A, no podía acceder a los A-B y si a uno B-C. Todo esto con una escala descendente de piso salarial. Así, los equipos quedaban armados con 6 nacionales mayores, un U23, 2 extranjeros y los demás juveniles.
En la categoría A quedaron De la Fuente, Milanesio, Espil, Montenegro, Campana, Racca, Sucatzky, Oberto y Montecchia entre otros. Tal fue el descalabro que Osvaldo Orcasitas explicó de manera clara lo que era: “Es la burrada reglamentaria más grave de la historia del básquetbol argentino. Es un dislate, un despropósito, un desatino, un absurdo, una estupidez, una animalada, una aberración, porque se atenta directamente contra el juego, la esencia de todo”.
En este contexto los clubes debieron apelar a los jóvenes en muchos momentos de la temporada. De allí comenzaron a tener participación en Andino Manu Ginóbili (Premio Revelación, en Atenas tuvo espacio Leandro Palladino, en Racing debutó Chapu Nocioni, en Ferro Gabriel Fernández y Luis Scola, en Olimpia Lucas Victoriano y Leo Gutiérrez, en Estudiantes de Bahía Blanca Pepe Sánchez.
Así, coincidieron en cancha ocho jóvenes de los que serían los subcampeones del Mundial 2002 y 6 que fueron oro olímpico en Atenas 2004. Una medida absurda que cuando nadie lo esperaba terminaría dando espacio a los apellidos más gloriosos de la historia del básquet argentino.
Alejandro Malky / [email protected]
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