NBA

Nacido para superar barreras, la historia de Steven Adams

20:24 18/03/2022 | El pivote es uno de los puntales de los sorprendentes Grizzlies y acá recordamos su pasado, proveniente de Nueva Zelanda y con una historia increíble.

Steven Adams, el gigante neozelandés que es clave en Memphis.

Memphis es uno de los equipos de moda en la NBA gracias a Ja Morant. Sin embargo, hay varios actores secundarios de lujo que están dando un paso al frente, y entre ellos está Steven Adams.

El pivote nació en Rotorua, Nueva Zelanda, y es el menor de ¡18 hermanos!, producto de cinco matrimonios de su padre, Sid Adams. Su madre es oriunda de Tonga y su familia podemos decir que es de gigantes. La estatura media de sus hermanos es de 2.06 metros y sus hermanas miden un promedio de 1.83 metros.

Y varios de sus hermanos también conocen el deporte de élite, ya que tres de ellos fueron jugadores profesionales en Nueva Zelanda. Pero la más destacada es Valerie, bicampeona olímpica de lanzamiento de bala, deporte que también practicó Steven en su adolescencia y donde tenía un gran futuro, hasta que decidió por el básquet.

La muerte de su padre en 2006 lo afectó mucho: “La pasé muy mal, me quedé sin mi principal referente y me empecé a portar como un idiota con mis hermanos”. Tanto es así que casi entra a una banda juvenil, pero los ritos de iniciación eran muy duros. “Te golpeaban hasta dejarte destruido y eso no era para mi.

Allí su hermano Warren lo llevó a vivir a Wellington y terminó becado en Scots College, una escuela con más de cien años de historia. A partir de allí, Adams metió todos sus esfuerzos en trabajar y mejorar en el básquet. “Me convertí en un adicto a mejorar. Mi entrenador me dio el objetivo de volcarla a una mano después de tomar el rebote ofensivo y me prometió unas zapatillas nuevas si lo hacía en un partido. Tardé poco menos de un año y lo logré. Fue una sensación increíble. Y ya no me acordaba de las zapatillas”.

Su tamaño y sus grandes habilidades en la pintura llamaron la atención de la Universidad de Pittsburgh, pero no la pasó bien en sus primeros meses. En su autobiografía lo contó: “No es fácil estar completamente solo en un colegio nuevo y en un país nuevo. Los consejos habituales para hacer nuevos amigos o crear una familia no funcionaban para mí. Lo superé con la absoluta determinación y certeza de que esto no era para siempre. Si todo esto me llevaba a tener una carrera en el mundo del baloncesto, estaba dispuesto a aguantar unos años solitarios y dolorosos”.

Pero decidió ser cabeza dura y quedarse. Tan bueno fue su rendimiento que duró solo un año y pegó el salto. Todo lo demás fue excelente, fue elegido por OKC en el Draft de 2013 y año a año se ganó un lugar preponderante en la NBA y ahora es uno de los guías desde la experiencia de unos Grizzlies que van por todo.

Compartir