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Denver Nuggets consiguió un nuevo triunfo ante New Orleans Pelicans por 138-130. Sin minutos para Facundo Campazzo, el equipo de Malone sacó adelante un partido durísimo ante un equipo que tiene un buen presente. Para conseguirlo dependió muchísimo de lo realizado por Nikola Jokic en los instantes finales del partido.

El serbio tuvo un partido soñado y arrojó una planilla histórica con 46 puntos, 12 rebotes, 11 asistencias, 3 robos y 4 tapas en 42.34 minutos en cancha. Desde que empezaron a tomarse todas las estadísticas en la NBA (temporada 1973/74), no existe ningún jugador en la historia que terminó un partido con esos números.

Los Nuggets comenzaron el juego con una cómoda ventaja de 35-19, pero los Pelicans lo dieron vuelta con un parcial de 75-49 en el segundo y tercer cuarto. Allí apareció la magia del serbio, que tuvo un día más en la oficina para cargarse el equipo al hombro y liderar la remontada.

Lo más rutilante de la actuación de Jokic, fue su importancia tanto en el último cuarto como en el tiempo suplementario. Además de terminar con 73% en tiros de campo y 60% en triples, el serbio anotó 30 puntos en los últimos 17 minutos, con una eficacia del 90% para sacar una ventaja de ocho puntos en el alargue.

Denver cosechó 9 victorias en sus últimas dos presentaciones y sigue sexto en la Conferencia Oeste. Esta noche tendrán un nuevo partido ya que se enfrentan a Golden State Warriors en el Ball Arena a partir de las 23 hora argentina.