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Los integrantes de la generación que fue subcampeona del Mundial de China 2019 recibieron todo el apoyo de los dorados, quienes les inculcaron los valores y los ayudaron en todo lo que pudieron. Un caso fue el de Manu Ginóbili con Nico Brussino, quien pasara dos temporadas en la NBA, en Dallas y Atlanta.

“Nunca pude bajar el poster del ídolo. Siempre que entrenábamos lo respetaba bastante, tenía miedo de golpearlo, hacerle algo” contó Brussino de lo que fueron sus primeras experiencias juntos en los Juegos Olímpicos de Río 2016.

Al poco tiempo, Nico arribó a la NBA en los Mavericks y allí el vínculo entre ambos se afianzó: “Fue una experiencia muy linda. Estar en la mejor liga del mundo contra tu ídolo. Él se portó muy bien conmigo, me invitó a la casa, cenamos juntos, siempre que tuvimos la posibilidad de estar juntos nos comunicamos. La experiencia que tengo con Manu es muy positiva”.

Por último, contó cómo Manu fue clave en una decisión trascendental en su carrera: “Me ayudó y me aconsejó, me preguntaba en el día a día cómo me estaba yendo cuando estaba en Dallas. También me ayudó mucho cuando Atlanta me saca del equipo. Al día siguiente se contactó conmigo para preguntarme qué iba a hacer de mi vida, mi situación, qué ideas tenía de mi futuro. Yo tenía también equipos de G-League y ACB, y le pedí consejos para ver qué pensaba él que me convenía, si me iba a Europa o seguir en Estados Unidos. Me ayudó mucho en tomar la decisión”.

Finalmente, Brussino terminó llegando a Europa en Gran Canaria y desde ese momento se ha mantenido en la Liga ACB.

Alejandro Malky / [email protected] (Enviado especial en Recife)
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