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Se acerca el arranque de una nueva temporada de la NBA, los equipos se ponen a punto y muchos jugadores encienden la polémica con sus declaraciones. Uno de las franquicias que menos movimientos tuvo durante el último mercado fue New Orleans Pelicans, quien a mitad de la temporada 2021/22 había conseguido a CJ McCollum junto a otros jugadores a cambio Josh Hart, Tomas Satoransky, Nickeil Alexander-Walker y Didi Louzada.

Antes de comenzar la 21/22, los Pelicans habían hecho un cambio profundo en su plantel, sumaron a Devonte Graham, Tomas Satoransky, Garrett Temple y Jonas Valanciunas por Lonzo Ball, Steven Adams y Eric Bledsoe con el objetivo de reforzar su equipo y rodear mejor a Zion Williamson, el 1 del draft en 2019.

Brandon Ingram, elegido en el draft de 2016 en la segunda posición por Los Angeles Lakers, llegó a la franquicia en la temporada 2019/20 y rápidamente se convirtió en una de las principales figuras del equipo. En la 21/22 logró acceder a los playoffs por primera vez en su carrera y ahora, con los nuevos arribos, confía en su equipo.

“Este es un buen lugar para estar. Todos ven lo que está pasando, cómo nos vinculamos entre nosotros y cómo jugamos sobre el parqué. Es algo insólito en la liga tener 14 o 15 muchachos que se preocupan los unos por los otros, que creen en todos sus compañeros y que realmente quieren saber cómo están todos. Lo que tenemos aquí es diferente”, comentó Brandon sobre la actualidad del equipo.

Con la recuperación de Williamson, el arribo de McCollum, sumado al buen momento de otros integrantes de la plantilla, Ingram sostiene que tienen chances de pelear por el anillo. Al respecto, comentó: “La expectativa es ganar, especialmente con un equipo como el nuestro. Siempre creímos en lo que hacíamos y la expectativa sigue siendo la misma. No sé cuál es la expectativa externa, pero para nosotros se trata de traer un campeonato a New Orleans”.