Especial

Michael Jordan, el pibe que usaba Converse, amaba Adidas y revolucionó Nike

17:22 10/04/2022 | El GOAT (para muchos), coqueteó de alguna manera con las 3 marcas más importantes de su época. La historia es única.

Michael Jordan y las Air Jordan 1 que cambiaron la historia (Foto Nike)

Es difícil imaginarse a un Michael Jordan ignoto. Pero, obviamente, existió. Cuando empezó a jugar en la Universidad de North Carolina, con 18 años, corría 1981 y lejos estaba todavía en su cabeza el estrellato que alcanzaría, si bien era un prospecto conocido en todo el país, y por eso cayó en una de las universidades de mayor prestigio. Pero el dinero escaseaba todavía, no le sobraba nada. 

North Carolina era dirigida entonces por el mítico Dean Smith, una leyenda del básquetbol universitario. Smith tenía un contrato con Converse por el cual cobraba 10.000 dólares anuales para llevarles jugadores de su plantel a la marca. Por ese motivo, Michael jugó en esa etapa de su carrera con unas Converse, que eran la marca dominante en el básquetbol de entonces, con todos los mejores jugadores de la NBA bajo su insignia: Magic Johnson, Larry Bird y el Doctor J, entre otros. 

Cuando Jordan fue elegido por Chicago Bulls y pasó a la NBA, tenía un sueño: fichar por Adidas. Amaba a la marca de las tres tiras y quería ser su modelo, por lo que representaba. Pero la marca alemana estaba en un proceso de cambio y nunca le hizo siquiera una oferta. El que sí lo tentó fue Converse, pero lo metió en la misma bolsa del resto de sus figuras, ofreciéndole 100.000 dólares por año, lo mismo que sus estrellas, Magic, Larry y Julius. 

Jordan no quería saber nada con eso. Decía que la marca no era innovadora, que lo trataban como a uno más, y rechazó la oferta. En ese momento apareció Nike, que era una marca de alguna manera desconocida todavía, y que tenía mucho interés en él. Jordan ni siquiera les prestó atención y le dijo a su agente, David Falk, que hiciera todo lo que fuera necesario para fichar por Adidas. 

La que hizo su entrada en ese momento fue Deloris, mamá de MJ. Cuando Falk le dijo que la opción Adidas era imposible, Doloris casi que intimó a su hijo para que tomara un avión, fuera a Nike y al menos escuchara lo que querían ofrecerle. Jordan aceptó la orden materna y viajó a las oficinas de la empresa en Oregon. Sorprendentemente, MJ se entusiasmó con lo que Nike le propuso, tanto en cuanto a la idea como a lo económico. 

Nike estaba pasando problemas, superada por Reebok, y no era fuerte en básquet. Le dijo entonces que iba a ser su jugador central, que haría modelos con su propio nombre como marca, y que le pagaría 500.000 dólares anuales por cinco años, una cifra absurda, 5 veces mayor de la que cobraban Magic, Bird o el Doctor J en Converse. De hecho, era casi lo mismo que cobraría por jugar (550.000 dólares en su primer año con los Bulls). 

Jordan aceptó la oferta y el resto es historia. El primer modelo con él como imagen, las Air Jordan 1, tenían una proyección: generar 3 millones de dólares en ventas en los primeros 3 años. Les fue un poquito mejor: vendieron 125 millones, solo en el primero. Una locura que modificó para siempre a la compañía, que se convirtió en la número uno del básquet por Jordan, y que también hizo de MJ uno de los hombres más ricos del planeta, ya que al día de hoy es accionista, tiene su propia marca (Jordan brand), y gana millones por eso. 

Un caso más de estar en el momento justo en el lugar adecuado. ¿Qué hubiese pasado si aceptaba firmar con Converse? Jamás se sabrá. ¿Y Adidas? Desconocemos el paradero de los que manejaban la parte de básquet de la empresa en esos días...

Fuente: 
Básquet Plus e info de Front Office Sports

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