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Los Bulls de Michael Jordan como actor principal y héroe tenían mística, no solo dentro de la cancha sino también fuera de ella. Todo lo que rodeaba a ese equipo era mágico desde los jugadores, los protagonistas de primera plana, el cuerpo técnico, la dirigencia, la mascota y por supuesto que la voz del estadio, con esa icónica presentación que tenía como introducción la música de Alan Parsons.

Ray Clay, quien además de ser presentador de los Bulls, fue director de recreación universitaria de la Universidad de Illinois durante 29 años. Sin embargo, su tarea en Chicago es lo que lo llevó a la fama de aquellos juegos y como todo fan de los Bulls, su pleitesía por Michael Jordan era absoluta.

La historia cuenta como hecho fáctico que Jordan colgó las botas en 1998 tras su último baile como bien lo contó en el documental y luego se dedicó a ser General Manager, en aquel entonces en los Wizards, un equipo con algo de historia, pero generalmente de los peores del Este. Un día, como ya tenía acostumbrado a muchos con sus retornos, Su Majestad decidió volver a jugar allá por el 2001 para ayudar a sus Wizards y obviamente todo el mundo estaba esperando aquel juego en el que tuviera que ir de visita a Chicago y, obviamente, Ray Clay también aguardaba por él.

La pregunta rondaba en el aire de cómo sería recibido Michael en su casa, si se debía darle todos los honores o hacerle sentir ese dolo de que haya vuelto con otro camiseta que no sea  la de Bulls. Para Clay la cuestión era clara, había que hacer un recepción idéntica a la de siempre, porque para Jordan el United Center continuaba siendo “su” lugar.

“Un periodista de medio de Chicago me preguntó cómo planeaba presentar a Michael Jordan cuando regresara con los Wizards. Fui honesto y le dije que nadie de la organización había hablado conmigo sobre el tema y para mí, la sensación era que todos en el edificio querían escuchar a Michael presentado como se lo ha hecho siempre y lo hice”, reveló Clay.

La cuestión es que tras esa temporada, la dirigencia de Chicago cortó el vínculo con Clay tras doce temporadas y según el propio protagonista eso se debió a el color que le puso a la presentación de Jordan cuando fue a Chicago por primera vez, haciéndolo de la idéntica forma a cómo lo hacía antes y fogoneando la ovación que Michael recibió en ese momento por el público, obligándolo a ir a hasta el centro de la cancha para levantar sus brazos y saludar al público.

La presentaciónd de Jordan se da a los 5 miuntos del video del partido entre Chicago y Washington.