Historias

Soltar: la carta que el Coach K le envió a Jordan cuando no quiso jugar para Duke

14:53 06/03/2022 | Mike Krzyzewski ha ganando infinidades de partidos en la NCAA, campeonatos también, pero hubo algo en lo que no estuvo cerca, en tener a Su Majestad jugando para él.

Coach K y su carta sin rencor para el por entonces joven Michael Jordan

Michael Jordan era un prospecto apetecible para las universidades, su fama de buen jugador ya estaba a la vista de todos y por eso que los grandes de la NCAA pujaron por tenerlo. Duke era uno de los fuertes interesados en reclutarlo, Mike Krzyzewsky conocía a Jordan personalmente por algunos procesos de USA Basketball, donde el Coach K era asistente y Michael uno de los convocados.

A principios de los 80 y aprovechando que era entrenador jefe de Duke, Krzyzewski intentó persuadir a Su Majestad para que sea un Blue Devil y además quitárselo a sus rivales de Carolina del Norte, la universidad que tenía todos los números para llevárselo, dado que además de ser buena, estaba cerca de donde era oriundo Jordan, en Willington. Pero como se dice en la vida, el no ya lo tenés, que se pierde en intentar y el coach lo hizo, pero no pudo ser.

Lejos de provocarle esa negativa un dolor de cabeza, con mucha soltura y entereza, Mike Krzyzewski le escribió una carta de Jordan, mostrándole un total apoyo para la elección que tomase en ese entonces, en cuanto a establecimiento para jugar y estudiar, dejando muy de lado aquello de la rivalidad entre un equipo y otro.

Esta carta salió a la luz en estos últimos días, previo a lo que sería el último partido del Coach K al frente de Duke. La misiva decía entre otras cosas: “Lamento mucho escuchar que ya no tienes interés en aprender más sobre la Universidad de Duke, sin embargo, quiero que sepa que mi personal y yo le deseamos lo mejor en su carrera universitaria. Eres un buen joven y deberías tener un impacto inmediato en lo que elijas”.

 

A la altura de su carrera como entrenador y con 40 años de distancia entre un momento y otro, Mike Krzyzewski nunca perdió el hilo conductor de comportamiento como persona y como formador.

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