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La noche del 22 de enero de 2006 quedará marcada en la historia de la NBA. Fue una noche mágica en la cual Kobe Bryant tuvo una de sus mejores actuaciones. Memorable, histórica. No solo para confirmar su calidad, sino porque estuvo a punto de dar un golpe sobre la mesa a la historia pura de la mejor liga del planeta porque puso en jaque el récord de Wilt Chamberlain de los 100 puntos anotados en un encuentro.

Kobe facturó sus 81 puntos con 21/33 en tiros de dos puntos, 7/13 en triples y 18/20 tiros libres estando 41 minutos y 56 segundos sobre el parquet. ¿Pudieron ser más? Sí. Porque Phil Jackson, mítico técnico en la NBA y de aquellos Lakers decidió que Bryant terminase el partido. La víctima fue Toronto Raptors y el encuentro terminó con victoria para los angelinos por 122-104.

Según John Salley, antiguo jugador de los Lakers o los Pistons, fue una decisión para preservar los récords. "No estoy de acuerdo con lo que me dijo. Yo le comenté ‘Phil, Kobe lleva 81. Da igual lo que hagás, llegará a 104. Le van a seguir dando la bola. Habrán aclarados y llegará a 104’”, rememoró en un podcast de FOX. Pero lo sentó. "Bueno, algunos récords tienen que mantenerse’, contó Phil. Yo estaba, pues alucinando, y me dijo ‘es el número 2, no necesita ser el 1’”, sentenció Salley.

Lo que hizo que la actuación de 81 puntos de Kobe fuera aún más épica es el hecho de que todos sabían que podía anotar la mitad de los puntos de Los Angeles Lakers, ya que Shaquille O'Neal ya no estaba y era el dueño del ataque. Sin embargo, nadie predijo que Bryant terminaría así. De hecho, incluso Kobe mismo confesó que no esperaba que las cosas salieran como lo hicieron.