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Son 9 los años que se cumplen desde que Kobe Bryant desafió al extremo dolor en su hombro derecho cuando en un partido que lo enfrentaba a New Orleans Pelicans el jugador de dorsal número 24 siguió jugando a pesar de tener desgarrado el manguito rotador.

Kobe Bryant reunía muchas cualidades que lo hacían ver como uno de los jugadores más completos de toda la historia de la NBA. Tenía mucha potencia física, buen tiro, buena defensa y muchos más atributos. Pero si hay una cosa que lo hacia destacarse por sobre el resto era esa mentalidad superlativa que mostraba en cada partido o entrenamiento que tenía. Este encuentro frente a los Pelicans es una prueba más de la existencia de la Mamba Mentality.

En el tercer asalto del partido Kobe rompió hacia el aro y metió una volcada que lo haría lesionarse el hombro derecho. Rápidamente salió de la cancha y recibbió asistencia médica. En los minutos finales del encuentro su equipo perdía por 15 tantos y no dudó en sacarse el vendaje que le impedía la movilización de su brazo y salió a jugar solo con su mano izquierda. Quien iba a decirle que no podía hacerlo. 

Con su mano inhábil (extremadamente hábil para el resto de los mortales) convirtió un doble e intentó otro. Jrue Holiday, rival de Kobe en ese partido mencionó: "Lo miraba directamente y, de la nada, se dio vuelta y tiró con la mano izquierda. Como si fuera fácil.”, El partido finalmente terminó en derrota de los Lakers poir 96 a 80, pero la gesta épica ya estaba escrita. Kobe tuvo que ser intervennido y tuvo que atravesar una recuperación de 9 meses.