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Que LeBron James es uno de los jugadores más importantes de la historia del básquet mundial, no es ninguna novedad. Que, además, el nacido en Akron es el ícono de la NBA actual, con más de dos décadas en la élite de la liga más importante del planeta, en la cual también es el máximo goleador histórico, tampoco es noticia. Con la fortuna que amasa y que crece día a día, el cuatro veces campeón de la NBA comenzó también su etapa como empresario.

LeBron tiene varias empresas bajo su poder y con una de ellas tiene inversiones en distintos equipos de fútbol como Liverpool de Inglaterra y Málaga de España. Una parte importante de su gran explosión al mundo empresarial lo logró gracias a Rich Paul, quien es su representante y el dueño de Klutch Sports.

Si bien se conocen desde que ambos eran apenas unos jóvenes, tuvieron que pasar varios años para que se reencontrasen y para que de a poco comenzar a escribir una historia juntos. El motivo fue un poco inusual y el lugar, también. Pero, como por obra del destino, se cruzaron y volvieron a relacionarse.

Se conocieron en un avión que viajaba de Akron-Canton a Atlanta para la Final Four de la NCAA de básquet de 2002. LeBron llevaba una camiseta de Michael Vick, en ese momento era jugador de los Falcons y Paul una vintage de cuando Warren Moon jugaba en Houston Oilers. Esto captó la atención de LeBron. Paul, que vendía en Ohio las camisetas que compraba en Atlanta, le dio su teléfono y le vendió después dos camisetas retro: la de Joe Namath y la de Magic Johnson, nada más y nada menos.

LeBron quedó pronto fascinado por la iniciativa de Paul en el negocio de las camisetas deportivas vintage, que comenzó vendiendo en la parte de atrás de su camioneta, y con el que triunfó contactando con jugadores, pidiendo a personajes famosos que las llevaran, implicando a empresarios y en poco tiempo pasó a comprar camisetas por 160 dólares y venderlas por 300, a ganar 15000 dólares a la semana.

Poco a poco fue creciendo la amistad entre Paul y James. Un par de años después, ya eran socios. Al tiempo, Rich trabajaba en Creative Artists Agency, la empresa que se encargó de negociar la primera ampliación de contrato de LeBron en los Cavaliers, en 2006. Pero apenas unos años después, Paul se independizó y creó Klutch Sports con una cartera que incluía jugadores como: Tristan Thompson, Eric Bledsoe, Cory Joseph, Kevin Seraphin y, obviamente, el mismísimo LeBron a la cabeza.

Paul llevó a LeBron de vuelta a Cleveland, gestionó una salida discreta hacia los Lakers y maniobró para que su representado, Anthony Davis, acabara en el mismo destino. Todo eso, gracias a una camiseta vintage y un golpe del destino.