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Es conocida la influencia de las zapatillas en los jugadores de la NBA. Cada par hace que se sientan cómodos y puedan desplazarse de la mejor manera en la cancha. Kobe, que tenía su propia línea de zapatillas, no era ajeno y estaba metido en lo que era la producción de cada una de las que usaba y también que se vendían al público.

En su libro The Mamba Mentality: How I Play, el propio escolta lo contó: “En 2008 decidí que quería que mis próximas zapatillas fueran bajas. Cuando le dije eso a Nike, al principio me dijeron que no”. A pesar de esta negativa, Bryant insistió y explicó por qué quería este estilo: “Los futbolistas ponen más esfuerzo en sus tobillos y pierna baja que los jugadores de básquet, y ellos usan sus zapatillas más bajas que nosotros. Me di cuenta que si ellos podían, nosotros también. Y así lo hicimos”.

A partir de esto, las Kobe IV trajeron esta novedad y se popularizaron de tal manera que todas las próximas ediciones de la línea trajeron este tipo.

“Era una mentira que las zapatillas altas protegían los tobillos. En realidad, los debilita y afecta la movilidad” explicaba la leyenda de los Lakers.