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Shaq es recordado por muchas cuestiones en la NBA. Sin embargo, una de las más llamativas es haber roto una gran cantidad de aros y tableros a causa de la fuerza de sus volcadas.

En una entrevista en The Players Tribune, O´Neal recordó la primera vez que rompió un aro: “Una vez en secundaria, había metido 45 puntos y quedaban tres cuartos. Estaba jugando contra unos bajitos. Tenía que hacer volcadas, pero no, hice una bandeja, un finger roll y erré. Mi papá, que era sargento, entró a la cancha y me gritó que pidiera un tiempo muerto. Lo hice y mi papá me preguntó qué estaba haciendo”. Luego de esa pregunta, el interno le respondió: “Practicando cosas de Dr. J y Magic, a lo que él me pegó y me dijo: “¡No sos ni Magic ni Dr. J, sos Shaq, se Shaq!””.

Luego de eso, el jugador volvió a la cancha: “No lloré después de que me pegó, pero tenía una lágrima en el ojo. Después rompí un aro y lo miré, pero él no sonreía ni nada. Solo me miró y me dijo con el gesto como que eso era lo que tenía que hacer”.

Al partido siguiente la agresividad de Shaq cambió: “Yo estaba tipo, ¿qué te parece esta volcada? ¿y esta?”. La exigencia del padre que llevó a Shaq a ser lo que fue a lo largo de toda su carrera, uno de los mejores internos de la historia de la NBA.