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Allen Iverson tuvo siempre su segunda casa en Philadelphia. Sin embargo, algunas veces las convivencias no son las ideales y un cambio viene bien para dejar un buen recuerdo y la imagen intacta. Esto sucedió en 2006 entre ambas partes, cuando el base fue traspasado Denver Nuggets.

Los problemas comenzaron varios años atrás, pero en 2004 se complicó todo, cuando Iverson fue suspendido por faltar a un entrenamiento y después fue enviado al banco ante los Pistons por el entrenador Chris Ford. “Soy el jugador franquicia. No se de ningún jugador franquicia que salga desde el banco. No conozco a ningún atleta olímpico que salga desde el banco. No conozco a ningún All Star que salga desde el banco. No conozco a ningún ex MVP que salga desde el banco. No conozco a ningún tres veces máximo anotador que salga desde el banco” se quejaba el base en esos días.

En la temporada 2005/06, Iverson volvió a ser de los máximos anotadores de la NBA con 33 puntos de promedio, el más alto en toda su carrera, y también el máximo en asistencias, con 7.9, pero no pudo llevar a su equipo a playoffs. Pero no solo los resultados no se dieron, sino que el final de temporada fue duro, con Iverson y Webber llegando tarde al último partido de la campaña como locales, no se les permitió jugar y fueron multados por la franquicia.

En noviembre de 2006 se dio el quiebre definitivo. El base no fue a un evento con un patrocinador y fue multado. En ese contexto, Iverson pidió el traspaso y los directivos le prohibieron volver a cambiarse. “Vamos a traspasarlo. En un momento dado, hay que asumir que las cosas vienen mal dadas y que no algo funciona. Él quiere salir y estamos listos para hacerlo” comentaba Ed Snider, presidente de los Sixers.

En la misma línea, Iverson decía: “Odio confesarlo porque quiero a mis compañeros y a la ciudad de Philadelphia. Realmente quería retirarme como un Sixer”.

Finalmente, y luego de que Kevin Garnett lo pidiera públicamente para Minnesota, Denver logró llevarlo a cambio de Andre Miller, Joe Smith y dos selecciones de primera ronda del Draft 2007.

El final duro y por detrás de una estrella que llevó a Philadelphia a los primeros planos y se hizo leyenda por su juego en aquella ciudad.