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El reciente fichaje de Evan Fournier por el Olympiacos fue la bomba en el mercado europeo, especialmente tras su participación en los Juegos Olímpicos de París, donde Francia consiguió la medalla de plata. Después de doce temporadas en la NBA, el escolta decidió dejar atrás una etapa marcada por altibajos en equipos como Orlando, Denver, New York, Boston y Detroit. “Pasar de Detroit a los JJOO me dio vida. Y quiero continuar así”, confesó Fournier en Eurohoops, refiriéndose a la experiencia rejuvenecedora que lo llevó a buscar nuevos horizontes en el baloncesto europeo.

Su última temporada en la NBA, con los Detroit Pistons, dejó una sensación amarga en el jugador. El equipo, que terminó con el peor récord de la liga, priorizó el desarrollo de jóvenes talentos y las pérdidas estratégicas para mejorar sus posibilidades en el Draft, un fenómeno conocido como "tanking". “Uno de los lados oscuros de la NBA es cuando los equipos pierden adrede para conseguir elecciones altas en el Draft”, reveló el francés.

Fournier encontró un renacer en los Juegos Olímpicos, y tras ese impulso, decidió emprender un nuevo camino en Europa. “Cuando el negocio del baloncesto toma el control, es cuando las cosas se ponen difíciles”, explicó, dejando claro que la motivación de jugar al más alto nivel, y no solo por dinero o fama, lo llevó a firmar con el Olympiacos. Para el francés, este equipo griego representa algo especial: “Siempre he visto a Olympiacos como un equipo que lo significa todo para mí, no sé por qué”, expresó, destacando su conexión emocional con el club. Finalmente, pese al interés de equipos de la NBA como los Washington Wizards, Fournier decidió poner fin a su carrera en Estados Unidos.