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Los Cleveland Cavaliers están protagonizando uno de los arranques de temporada más impresionantes de la NBA, sumando su doceava victoria consecutiva tras vencer a los Chicago Bulls 119-113. Con esta racha invicta, los Cavs se ubican entre los ocho mejores comienzos de temporada en la historia de la liga. Esta marca de 12-0 no solo los posiciona como el único equipo invicto de la liga, sino también como líderes de la Conferencia Este, un panorama alentador para un equipo que recientemente incorporó al entrenador Kenny Atkinson, quien parece haber revitalizado la plantilla y el juego de sus estrellas.

La victoria ante los Bulls dejó en evidencia el rendimiento sobresaliente de Donovan Mitchell, quien lideró al equipo con 36 puntos, incluidos siete triples y ocho rebotes. Otros jugadores como Darius Garland, Evan Mobley y Caris LeVert también contribuyeron de manera significativa, consolidando un equipo que no depende exclusivamente de su estrella. La llegada de Atkinson marcó un cambio en la dinámica interna y el rendimiento defensivo de los Cavaliers, quienes ahora destacan por su eficiencia ofensiva, alcanzando 120.5 puntos por cada 100 posesiones, la mejor de la liga hasta ahora. Garland, en particular, parece haber recuperado su nivel tras una temporada irregular.

Históricamente, pocos equipos que comenzaron con rachas similares lograron ganar el campeonato. De los siete equipos con un récord igual o superior, solo dos, los Rockets de 1994 y los Bulls de 1997, levantaron el trofeo. Equipos como los Warriors de 2016 y los Celtics de 1958, aunque alcanzaron las Finales, no lograron culminar su temporada con el título. Esta tendencia recuerda a los Cavaliers que un buen comienzo no garantiza el anillo, pero sin duda, representa una plataforma sólida para competir en la postemporada.

La temporada aún es larga y los Cavs enfrentarán retos importantes para sostener este rendimiento. Mantener el invicto sería un logro, pero el verdadero desafío será resistir la presión de la segunda mitad de la temporada y los playoffs. Si el equipo logra consolidar la química que Atkinson ha instaurado y las figuras como Mitchell y Mobley se mantienen saludables, los Cavaliers podrían aspirar a más que un simple récord: podrían estar en la conversación por el título, un sueño que para los fanáticos de Cleveland todavía resuena con el eco de 2016.