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La historia de muchas grandes estrellas de la NBA, no tuvieron lindos arranques. Tal es el caso de Dwight Howard, tras haber sido elegido en el draft del 2004 en la primera posición, hizo su debut en la mejor liga del planeta.

En los primeros partidos de su larga trayectoria, le tocó enfrentarse a Los Angeles Lakers. Venían de tres veces campeones de manera consecutiva, tenían un gran equipo y una figura rutilante, que ya dominaba la competencia, como Kobe Bryant.

El escolta angelino le dio una bienvenida para nada linda a Howard. Cancha del Magic, 12 de noviembre de 2004, Bryant recibe una cortina de Lamar Odom en la zona de tres puntos, finta y pasa entre dos jugadores de Orlando, ataca el aro y un tímido Dwight hace el balance defensivo y salta a tratar de detener a Kobe.

Imposible. Kobe saltó y sobrepasó los 2.08mts de Howard, sumado a la extensión de sus brazos en alto, volcó la pelota y terminó arriba del gigante de Magic. Dwight reconoció que escuchó el murmullo del estadio y el “¡Ohhhh!” generalizado. Luego de reacomodarse, un compañero de Bryant, Brian Grant, pasó por al lado, le dio una palmada en la cola y le dijo: “Bienvenido a la NBA, pibe”.

Por último, Howard reconoció: “Me acuerdo todos los días, como si hubiese sido ayer”.