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La reciente venta de los Boston Celtics por un monto récord de 6.100 millones de dólares marca un nuevo estándar en la valuación de franquicias de la NBA y podría redefinir las condiciones de entrada para futuras expansiones. El grupo liderado por Bill Chisholm concretó la compra de la histórica franquicia. Este número no solo ratifica la tendencia alcista del mercado, impulsada por contratos televisivos multimillonarios y récords de asistencia, sino que también allana el camino para la llegada de nuevas franquicias a la liga.

La NBA lleva tiempo evaluando la posibilidad de expansión, pero el proceso estaba condicionado a la resolución de la venta de los Celtics. Ahora, con la transacción confirmada, se espera que las conversaciones sobre nuevas franquicias se intensifiquen en los próximos meses. Informes de ESPN y Sports Business Journal indican que la liga podría apuntar a sumar dos equipos en el corto plazo, con Seattle y Las Vegas como los principales candidatos. La clave estará en cuánto costará el ingreso de estas nuevas franquicias, dado que el valor de los equipos ha crecido de forma sostenida en los últimos años. Actualmente, la valuación promedio de una franquicia NBA es, según Forbes, de 4.400 millones de dólares, un 15% más que el año pasado.

Desde un punto de vista económico, la expansión supondrá un ingreso inmediato para los actuales propietarios de equipos. Se estima que la incorporación de dos nuevas franquicias podría generar más de 10.000 millones de dólares en tarifas de expansión, lo que implicaría un pago superior a 300 millones para cada una de las 30 franquicias ya existentes. Este dinero ayudaría a compensar la reducción en el reparto de ingresos que podría provocar la llegada de nuevos mercados. Sin embargo, los equipos de expansión partirán con desventaja financiera en sus primeros años, ya que su tope salarial estará limitado al 66,67% del total en su temporada inicial y al 80% en la segunda, lo que dificultará su competitividad en el corto plazo.

El caso de Las Vegas parece especialmente atractivo para la liga, considerando el crecimiento del mercado deportivo en la ciudad, que ya alberga franquicias de la NFL, NHL y MLB. Según Bloomberg, el costo total de establecer una nueva franquicia en Las Vegas, incluyendo la construcción de un estadio, podría superar los 7.000 millones de dólares. Seattle, por su parte, ya cuenta con un estadio renovado, el Climate Pledge Arena, y un grupo inversor bien posicionado liderado por los propietarios del equipo de la NHL, Seattle Kraken. La venta de los Celtics ha despejado el camino para estos mercados, pero aún queda por definir el modelo financiero que regirá el proceso.

La expansión de la NBA representa una oportunidad histórica, pero la entrada en la liga será más costosa que nunca. Con franquicias vendiéndose por cifras récord y un negocio que sigue en crecimiento, los grupos inversores interesados en ingresar deberán estar preparados para desembolsar sumas que, hasta hace poco, parecían impensadas.