Beijing 2008

Manu Ginóbili y un llanto que motivó a Argentina para lograr el bronce olímpico

18:54 24/08/2024 | El argentino estaba lesionado de un tobillo, intentó jugar ante Lituania pero no pudo y su dolor fue el combustible perfecto para que el equipo saliera con toda la motivación para subirse al podio en 2008.

Ginóbili y su llanto antes de Lituania por el bronce (Getty)

Manu Ginóbili tuvo lesiones en la Selección Argentina que fueron decisivas. Mucho se habla del 2002 en semifinales ante Alemania, donde forzó y jugó en una pierna ante Yugoslavia la final del Mundial. Sin embargo, la del 2008 fue igual de dura, pero el bahiense no se rindió.

En Alma Naranja, Sergio Hernández recordó: “Se fue a la cancha en la entrada en calor a probar, sin que nosotros supiéramos nada. Todo esto oculto para no crear una falsa expectativa en el equipo”. Y Manu contó: “Después de un rato cuando tuve que probar a ver si podía jugar, era imposible, cada vez que frenaba era una aguja en el tobillo”. Y al mismo tiempo reflexionó: “6 años atrás fue una situación similar y fui contraproducente, y con un gran dolor me saqué las vendas y me quedé mal”.

A Manu lo vieron recién en el vestuario previo al juego ante Lituania, como cuenta Oveja: “Lo vemos en el vestuario cuando vimos que estaba cambiado de jugador, sacándose un vendaje que tenía y con lágrimas en los ojos”. También lo recordaron los jugadores como Paolo Quinteros: “Manu estaba llorando, pero en la cabeza lo que se me pasó fue ‘el tipo lo ganó todo, es de los mejores jugadores del mundo y se muere por estar en este partido y no puede, y lo está demostrando. Y eso al grupo lo empujó, le dio una motivación extra y no tengo ninguna duda que influyó muchísimo para salir a comernos la cancha como lo hicimos en ese partido”.

Y con esa imagen, y en honor a su gran figura, Argentina salió con todo ante Lituania, ante el que habían perdido en el debut, y dominaron por completo ese juego. 20 puntos de Carlos Delfino, 16 de Luis Scola, 14 de un Andrés Nocioni en una pierna y 11 de jugadores como Paolo Quinteros y Leo Gutiérrez llevaron a su referente a conseguir la segunda medalla consecutiva y un logro más para esa generación.

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