Beijing 2008

Nunca desafíes a Chapu: Nocioni, Ginóbili y la defensa sobre Siskauskas

17:48 24/08/2024 | Manu le advirtió a Andrés que no presionara al lituano en el juego por el bronce, pero el santafesino hizo oídos sordos y terminó tapándole la boca con todo su temperamento.

Chapu la vuelca, Siskauskas le mira el número (Getty)

Argentina llegaba al duelo del bronce ante Lituania en Beijing luego de caer ante Estados Unidos en semifinales. Además, a pesar de los intentos por estar presente, la lesión en el tobillo de Manu Ginóbili le impidió ser parte del partido. En ese contexto, Nocioni dio un paso al frente durante el partido y fue una de las figuras del equipo.

En la previa y durante el juego se dio una situación particular con Siskauskas, como graficó Sergio Hernández en la biografía de Chapu: “Habíamos puesto las láminas, con cruces, flechas, etc, porque la idea era defender a Siskauskas con cambios y recuperaciones. Cuando terminé de explicar todo, Chapu pide la palabra y me dice ‘Sergio, ¿vos querés que lo defienda a Siskauskas? Porque de lo que dijiste no entendí nada. Dejámelo a mí solo que lo defiendo’. Y no se la dejó tocar”.

Los días anteriores al duelo ya habían tenido al equipo metiéndole ficha al alero: “Lo volvimos loco con que Siskauskas era el mejor tres de Europa -dice Ginóbili. Lo pinchábamos siempre, con todos. Cuando tocó Kleiza, Navarro o el que fuera. Era muy fácil de pinchar”. Delfino grafica el método que utilizaban: “Le decíamos, andá a soplarlo a Siskauskas. Porque cuando él se enoja y quiere defenderte, empieza a respirar como un toro”. 

En el tercer cuarto, con Argentina al frente por 18 y en un tiempo muerto de los lituanos, Manu se acercó a Chapu y le dijo que no se le pegara mucho a Siskauskas porque podía dejarlo pagando. Y la secuencia siguiente es la muestra cabal de lo que era Nocioni; Siskauskas tomó la pelota en mitad de cancha y Nocioni, pegado, le tiró manotazos para robarle la pelota. En uno de esos intentos se la robó, se fue solo y la volcó. “Apenas la enterró, nos miró a todos en el banco, especialmente a Manu, y no paraba de reírse; había mantenido su idea y ahí tenía el premio”, dice Lamas.

Agregó Prigioni: “En el robo Julio me dice ‘mirale la cara, mirale la cara’. Echaba fuego por la boca. Estaba dejando la vida. Como le habíamos puesto tantas fichas con Siskauskas, le salía humo por las orejas. Todo el tiempo decía ‘me lo voy a comer, me lo voy a comer’. Y se lo comió”.

A 16 años del bronce olímpico, una muestra más de lo que era Chapu Nocioni con la camiseta del seleccionado argentino.

Fuente: 
Libro Chapu, Historias de un Guerrero

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