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El juego entre Peñarol y Quimsa tendrá un condimento especial en el banco de suplentes de los marplatenses. Es que Imanol Hernández, uno de los hijos de Sergio, el entrenador que llevó al Milrayitas a ganar todo. Llego primero como asistente de Mariano Rodríguez y estará al frente del equipo ante los últimos campeones en el Polideportivo Islas Malvinas.

“Ya había buena relación con la gente de Peñarol. Antes de que yo vaya a Chile, ellos me habían ofrecido ir a trabajar al club, a las formativas. Pero yo preferí ir a Quilmes en ese momento porque era parte de un equipo profesional. Pero bueno, sí, estoy contento de estar acá en Peñarol” contó con Básquet Plus a inicios de temporada, el 11 de noviembre, cuando aún secundaba a Rodríguez.

.¿Juega mucho el hecho de ser el hijo de Sergio en un club en el que obviamente logró tanto?

- No tanto porque en el básquet de Mar del Plata me ha tocado ir a Peñarol muchísimas veces. Ya no sé cuántas, perdí la cuenta. Y cuando empecé dirigiendo Kimberley, se habrá jugado un millón de veces en Peñarol. Las primeras eran como, ‘ahí viene el hijo de Sergio’, pero después ya se volvió más familiar. Y mi hermano estuvo trabajando ahí también. Así que ya me confunde, es más la vez que me confunde con mi hermano que me enseñaron por ser el hijo de Sergio.

.¿Qué recordás de la etapa de tu papá en Peñarol?

- Cuando él empezó a elegir en Peñarol yo no vivía en Mar del Plata, vivía en Olavarría. Entonces los recuerdos eran más que nada de ir el fin de semana a ver los partidos y a la playa nada más. Pero después cuando ya me mudé a Mar del Plata, cuando terminé el colegio, sí era una cuestión más del día a día. Y la verdad que bueno, es el recuerdo de un equipo que lo ganó todo, que jugaba muy bien al básquet, que había jugadores impresionantes como Leo Gutiérrez, Facundo Campazzo o Martín Leiva. Y yo siendo chico la verdad que disfrutaba mucho ir a la cancha. Aprendía, iba a las prácticas, me gustaba mucho ver los entrenamientos. Tenía la suerte que por ahí yo no tenía una relación tan personal con los jugadores. Entonces eso me permitía seguir teniéndolos como una especie de ídolos, como referentes. Y tenía la suerte que mi viejo me invitaba a comer a alguna casa y yo aprovechaba para escuchar y estar con ellos”.

.¿Cuánto de Sergio Hernández hay en Imanol como entrenador?

-Creo que hay mucho, pero el camino fue raro. Porque me ha tocado muchas veces tomar alguna decisión o tener algún gusto personal en cuanto al juego, en cuanto a algún jugador o algo. Y después me di cuenta que coincidía con mi viejo. No es que yo le pregunté, fui y repetí. Sino que hemos llegado muchas veces a las mismas conclusiones, pero por caminos individuales.

.¿Qué se siente desde la visión de ustedes que sea tan querido?

-Lo más normal es que sea ovacionado por todo lo que ganó. Pero también sé que dejó una buena impresión a nivel personal. Creo que él es un tipo sencillo, humilde, sin muchas pretensiones. Que se ha tratado de manera especial y eso hace justamente que se ha tratado de manera especial.

Alejandro Malky / [email protected]
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