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Aunque su nombre hoy resuena más como entrenador y por la trayectoria de su hijo, Francisco, Daniel Farabello sigue siendo una referencia ineludible en la historia del básquet argentino. La historia de la Liga Nacional tiene en Daniel Farabello a su máximo exponente en recuperaciones. Con un total de 1.479 robos en 547 partidos, el base entrerriano dejó una marca imborrable en el básquet argentino. Su promedio de 2.7 robos por encuentro lo posiciona como el líder absoluto en este rubro desde que se comenzó a registrar la estadística.

El camino de Farabello en la Liga comenzó en Sport Club de Cañada de Gómez, donde su estilo defensivo se hizo notar de inmediato. En la temporada 1992/93, fue galardonado como la revelación del torneo, y casi una década después, en 2001, se consagró como el MVP con Quilmes de Mar del Plata. En sus años más dominantes, dejó números impresionantes: 4 robos por partido con Sport Club en 1993-94, 3.5 y 3.1 en sus dos temporadas con Andino, y 3.2 en Boca.

Su gran nivel de constancia lo convirtió en una amenaza permanente para los bases rivales, anticipando pases y forzando errores con una lectura de juego excepcional. Más allá de sus récords individuales, su impacto se vio reflejado en títulos colectivos. En su paso por Estudiantes de Olavarría, Farabello fue pieza clave en el dominio del equipo a principios de los 2000, acumulando ocho títulos en apenas 15 meses.

Con el Bataraz, sumó dos Ligas Nacionales (1999-2000 y 2000-01), una Liga Sudamericana y un Panamericano de Clubes, además de ser fundamental en la obtención del oro en el Premundial de Neuquén 2001 con la Selección Argentina. Su legado internacional también incluye dos Mundiales, en Canadá 1994 y Japón 2006, y una participación en los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996.

En lo nacional, ningún otro jugador dominó tanto esta faceta del juego como él, acumulando cuatro temporadas como líder en recuperaciones, una hazaña que solo Facundo Campazzo y Leonardo Diebold estuvieron cerca de igualar, con 3 lideratos para cada uno. En la actualidad, Gastón García es otro candidato para alcanzarlo con dos premios en el bolsillo y un tercero en camino. Pese a todo y con una enorme trayectoria, la marca registrada de Farabello sigue imponiendose en la historia, consolidándolo como el mayor ladrón de balones que haya pisado la Liga Nacional.

Pablo Catalá / [email protected] 
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