A 20 años del Oro olímpico

La historia del ritual prepartido de la Generación Dorada

18:17 25/07/2024 | Antes de cada encuentro, los jugadores del seleccionado argentino saltaban, festejaban y se "golpeaban" entre ellos a modo de ceremonia. ¿Cuándo empezó esta costumbre?

Argentina y su descontrolado ritual prepartido.

La Generación Dorada quedó en la historia grande del deporte argentino por muchas cuestiones. Primero y principal por llevarse aquella medalla de oro dejando en el camino a Estados Unidos. Sin embargo existían diferentes situaciones que le daban un color distinto a ese equipo; estas cuestiones llenaron a aquella selección de un tinte mítico que hace que su legado perdure en el tiempo. Esos rituales prepartidos eran una de esas cosas.

El ritual consistía en una suerte de arenga y motivación en la que se cantaba una canción que hacía que los jugadores salten y formen una suerte de pogo en la previa al encuentro. Todo esto les dejaba en claro a los rivales que en ese equipo tiraban todos para el mismo lado. "Estábamos por entrar al campo, en el túnel, donde el público no te ve, y unos metros atrás estaban los argentinos, bailando abrazados, alentándose. Yo iba con Mike D'Antoni, uno de mis asistentes, y al ver eso le dije 'Mike, olvídate del scouting que hicimos, es a esto a lo que debemos vencer'”, explicó el Coach K en los Juegos Olímpicos del 2008.

"Esta es la banda de la Argentina que está saltando de la cabeza, se mueve para acá, se mueve para allá, esta es la banda más loca que hay" era la canción que cantaba esa Generación dorada y la que los motivaba de gran manera como explicó Rubén Wolkowiski en el podcast Proyecto Liderar conducido por Walter Safarián: "Siempre llegábamos con una gran energía a los partidos. Teníamos una química que nunca vi”. Y agregó sobre lo que hacían: “Íbamos a los juegos, después de la charla técnica salíamos al pasillo y empezábamos a alentarnos, hablar entre nosotros, y después como una arenga, a saltar y a cantar, a saltar y a cantar, a chocar entre nosotros, para entrar con la adrenalina a full, y lo lográbamos todos los juegos. Y todos los otros equipos al lado nuestro esperando y mirándonos diciendo que estábamos locos”

Esta suerte de cábala o costumbre no comenzó ni en Atenas 2004 ni en Indianapolis 2002 sino en el medio de estos 2 eventos, en el preolímpico de Puerto Rico 2003. Allí comenzaban a saltar en el micro y hasta los policías locales, sumamente impresionados por cómo se movía el transporte de los argentinos, los filmaban.

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