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Giannis Antetokounmpo tuvo una infancia compleja, con mucha pobreza en Grecia y donde hasta los 15 años no se dedicó de lleno al básquet. Sin embargo, hubo un jugador en particular que lo inspiró a jugar.

Se trató de Sofoklis Schortsanitis, apodado Baby Shaq por su enorme tamaño físico con sus 2.08. “Cuando vi jugar a Sofoklis, un chico negro de la selección griega, eso me dio motivación y el sueño de estar en el equipo” contó sobre el jugador que fuera plata en el Mundial 2006, sobre todo con una actuación heroica ante Estados Unidos en semifinales

Schorsanitis fue figura en Olympiacos, Maccabi, Panathinaikos y varios más, pero sobre todo conocido por jugar con su selección griega entre 2006 y 2010. En ese tiempo fue cuando Giannis comenzó a jugar, pero sus necesidades familiares pusieron al deporte en segundo plano: “No jugué baloncesto en 2008. Empecé en 2007, luego lo dejé durante dos años para ayudar a mi madre. Empecé a jugar en 2009, a los 15 años. No veía mucho al equipo entonces”.

Desde allí poco a poco creció y debutó como profesional Enel Filathlitikos de la segunda división griega, para llegar a la NBA en el draft del 2013. Todo a partir de esa ilusión que le generó ver a Baby Shaq con la camiseta de Grecia.