A 20 años de la Generación Dorada

Post Generación Dorada: el legado y la influencia del Oro

13:15 26/07/2024 | La aventura de la GD dejó una vara altísima para la siguiente camada, pero también puertas abiertas y un sendero que seguir para triunfar a lo grande.

La última función de Luifa, el pase de antorcha a la nueva camada (Olé)

Para cualquier joven que comienza a jugar al básquet, uno de sus principales sueños, además de representar a la selección nacional, es seguir los pasos de los grandes ídolos del deporte. La Generación Dorada (GD) de Argentina dejó una marca indeleble no solo en el ámbito local, sino también a nivel internacional. Su legado no solo está en los títulos y medallas ganadas, sino en la inspiración y el camino que dejaron para las generaciones futuras.

La GD, integrada por jugadores como Manu Ginóbili, Pepe Sánchez, Luis Scola, Andrés Nocioni, Fabricio Oberto, Chapu Nocioni y Carlos Delfino, entre otros, alcanzó la cima del éxito al ganar la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004. Este logro monumental puso a Argentina en el mapa del baloncesto mundial y dejó una vara altísima para las futuras generaciones. Además de sus éxitos en la NBA, lo que realmente definió a esta generación fue su capacidad para competir y triunfar a nivel de selecciones.

El éxito de la GD no solo abrió puertas, sino que también estableció un estándar de excelencia y profesionalismo que las nuevas generaciones buscan emular. Jugadores como Facundo Campazzo, Gabriel Deck, Nicolás Laprovíttola y Luca Vildoza han seguido los pasos de sus predecesores, demostrando que Argentina puede seguir siendo competitiva en el escenario internacional.

En el Mundial de 2019, la selección argentina sorprendió al mundo al alcanzar la final, demostrando que el legado de la GD seguía vivo, encarnado en el rendimiento superlativo de su último estandarte, Luifa. Bajo la conducción de Sergio Hernández, el equipo mostró un nivel de cohesión y talento que recordó a la mejor época. Fue la última gran muestra de lo fructífero que es nutrirse de esa experiencia dorada.

Pablo Prigioni, uno de los jugadores más destacados que llegó a la selección después de la GD, analizó la situación actual del equipo y las diferencias entre 2019 y 2021. Prigioni destacó esa importancia de Luis Scola, quien a pesar de su edad, jugó a un nivel extraordinario en el Mundial de 2019:

"Luis ha sido un jugador que tuvo la selección durante muchísimos años y minimizar su salida del equipo sería un error. En el Mundial de 2019, muchos jugadores estaban en su prime, como Facu, Lapro, Brussino, Pato (Garino) y Luca (Vildoza). Lo que yo no esperaba es que Luis, casi con 40 años, quedara en el quinteto del Mundial. Eso potenció al equipo y ayudó a que hiciera un Mundial extraordinario."

Prigioni subrayó que mantener ese nivel es muy difícil y que la realidad actual es que Argentina no tiene el mismo caudal de jugadores de élite que en la época dorada. Sin embargo, resaltó la calidad de los jugadores en la Euroliga y la ACB, y la necesidad de seguir desarrollando jóvenes talentos.

El camino post-GD ha estado lleno de desafíos. Tan desafiante fue la partida de los referentes, que Argentina recibió el impacto tardío y quedó afuera de los Juegos Olímpicos y del Mundial. La realidad de no tener tantos jugadores en la NBA o en equipos top de Europa como antes ha sido un obstáculo. Sin embargo, esto también representa una oportunidad para reinventar y fortalecer las bases argentinas.

La selección actual está en un proceso de rearmado, con jugadores que aún tienen recorrido y jóvenes talentos que buscan dar el salto a la élite. Las barreras quedaron rotas, la NBA no es una utopía y competir entre los grandes tampoco. La enseñanza del trabajo y el juego colectivo como herramientas para el éxito quedaron instaurados como pauta en toda selección albiceleste y eso es por el parteaguas de la GD.

Pablo Catalá / [email protected] 
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