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Este domingo finalizó la segunda fase del Mundial FIBA 2023 que tiene como sede a Japón, Filipinas e Indonesia y se definieron los ocho seleccionados que continúan en camino para obtener el campeonato. Uno de los que logró clasificar y es un firme candidato es Estados Unidos.

El seleccionado norteamericano está experimentando una renovación importante dentro de su estructura. La salida de Jerry Colángelo como jefe de selecciones después de más 15 años cumpliendo su función y el arribo de un entrenador nuevo como Steve Kerr para suplantar a Mike Krzyzewski y Gregg Popovich llevaron a reconfigurar muchas cosas. Grant Hill ocupó el lugar de Jerry y en este Mundial está haciendo su estreno.

Si bien Estados Unidos está participando con todos jugadores de la NBA, no son las estrellas consagradas como solía haber en otros años. Si se quiere, Anthony Edwards es la gran estrella pero aún con sus recientes 22 años le queda muchísimo camino para recorrer. Tal como lo planteó el propio Kerr, eligieron jugadores que puedan adaptarse de la mejor manera posible al básquet FIBA.

Hill dio una entrevista y comentó: "Ya no existe la mística de jugar contra los jugadores de la NBA. Todavía estaban asombrados de jugar contra Charles Barkley o Karl Malone”. Enseguida agregó: "Es interesante lo rápido que el resto del mundo se puso al día. Hubo un susto increíble en los Juegos Olímpicos de 2000 en Sydney. Y luego, en 2002 y 2004, perdimos”.

"Pienso en alguien como Sabonis, que fue pionero en el baloncesto internacional. Ganó la medalla de oro en 1988. Fue un gran jugador. Formó parte de esa ola de jugadores internacionales que vinieron a la NBA e inspiró a jugadores internacionales de próxima generación como Dirk Nowitzki y les mostró que podían hacerlo. Y podrías hacerlo al más alto nivel”, continuó.

Por último, el actual jefe de selecciones de Estados Unidos, expuso: "El juego es diferente. Nuestro juego en la NBA está empezando a parecerse más a su juego. El talento y el rodaje mejoraron. Ahora, el 30% de la NBA son jugadores internacionales. Todavía hay respeto, pero no existe el tipo de miedo o el asombro que había hace 27 años”.