Especial

España, el éxito mejor logrado de la historia FIBA moderna

19:25 18/09/2022 | Los españoles hilvanaron con el oro en el Eurobasket 12 medallas en los últimos 16 años, algo que nadie logró en este siglo.

España, con otros nombres, pero siempre con un plan (FIBA)

La historia del básquetbol mundial no puede analizarse de una forma única. Una cosa fue antes de la habilitación de los NBA para jugar, otra con la Unión Soviética y Yugoslavia unidos y una muy distinta desde entonces. Si hubiese que hacer una línea divisoria, está claro que esa sería en 1992, prácticamente cuando todo eso pasó casi al mismo tiempo.

En estos últimos 30 años, ya con la formación definitiva de muchos países (aunque se fueron agregando unos cuantos con el tiempo), no existe ninguna duda de que España ha sido la gran dominadora del baloncesto FIBA. Y nos remitimos a cifras y logros, contabilizando los 3 grandes eventos que existen: Juegos Olímpicos, Mundiales y torneos continentales. 

Con el oro en Berlín, España acumuló su decimosegunda medalla en 16 años, sexta de oro: dos Mundiales (2006, 2019); cuatro Eurobasket (2009, 2011, 2015 y 2022). Además, dos platas olímpicas (2008, 2012), un bronce olímpico (2016), una platas europeas (2007) y dos bronces continentales (2013, 2017). Único e impresionante. 

¿Cómo lo hizo? Claramente no hay un solo factor, sino muchos. Lo primero que habría que decir es que España aprovechó como nadie la liberación de las fichas a partir de la Ley Bosman para acaparar talento en su competencia local, y eso fue la gran base de todo. Con ese punto inicial, como ocurrió en Argentina, una Generación que tenía todo (talento, talla, carácter, cracks en todas las posiciones), comenzó a conseguir los logros lógicos después de semejante crecimiento. 

Pau Gasol, más Navarro, Calderón, Garbajosa, Jiménez y demás fueron los que empezaron la faena, seguida luego por una generación cercana con Rudy, Llull, Marc, Chacho, permitió que no solamente no decayera nunca el nivel de élite, sino que se sostuviera y creciera. También como en Argentina, la buena elección de sus entrenadores fue clave. Primero Pepu Hernández, luego Aíto, y finalmente Scariolo. El bache de éxitos justamente se dio cuando le confiaron el barco a alguien que no estaba preparado, como Juan Orenga, que lo chocó en el Mundial 2014 con roster completo y en casa. 

Pero volvió Sergio, el italiano más español, y siguieron los éxitos. La baja de los Gasoles, primero en nivel (Tokio) y luego ya con su despedida, provocó el mismo temor que en Argentina, pero la estructura española tiene muchas diferencias con la nuestra. Primero, un plan desde el Estado para el deporte que no existe en demasiados lugares. Un presupuesto. Luego, una Federación profesional que ha generado que TODOS los equipos españoles masculinos y femeninos en TODAS las categorías, llegaran a la final de Europa en 2022. Impresionante. Único. Y por mérito propio. 

Pero lo más importante es que, además de tener jóvenes con talento que ya demostraron en los últimos mundiales formativos que son el oro del futuro, mantiene a la mejor competencia de clubes de Europa en forma muy saludable. Y no solo con el Madrid y el Barcelona, los dos clubes más importantes del mundo, sino con un torneo al que todos los europeos quieren llegar, como mínimo como salto previo a la NBA. A diferencia de Argentina, los Díaz, López Aróstegui, Pradilla, Fernández, Brizuela, Parra, y muchos otros, tienen el entorno perfecto para desarrollarse sin tener que ir a buscarlo afuera. Y el efecto es claro. 

Siendo esta una Generación sin tanto talento, todos ellos demotraron que el competir contra los mejores equipos de Europa todas las semanas, les dio un bagaje y una confianza que hizo que nunca se sintieran menos que el resto. Probablemente en el Mundial del año que viene a esta España no le vaya tan bien como en el Eurobasket, porque ya todos estarán advertidos de que jamás hay que confiarse de un equipo que tiene a Sergio Scariolo en la banca. Pero no será gravitante. Porque España ya se demostró que su transición puede no ser dolorosa. O no tan dolorosa. El adn de la selección está y en Berlín mostraron que este deporte lo siguen ganando los equipos y los proyectos. 

Fabián García / [email protected]
En Twitter: @basquetplus

Compartir