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A 20 años del oro olímpico

Fabricio Oberto: “Atenas 2004 es la definición de equipo”

21:03 19/08/2024 | En Básquet Plus pasaron todos los integrantes de la Generación Dorada y comenzamos con el pivote, que definió de gran forma al equipo argentino.

Oberto, clave para el oro olímpico

Fabricio Oberto ha sido uno de los grandes protagonistas de la Generación Dorada. Hasta su lesión en la semifinal del 2004 era uno de los mejores de la Selección Argentina y él mismo recuerda haber jugado la definición a pesar de su fractura en la mano. De esto y más habló con Básquet Plus.

- Hay 12 Atenas, ¿no? Todos tienen un Atenas distinto en la cabeza, ¿cuál es el tuyo?

. Para mí es el equipo, es la definición de equipo Atenas. Si tenés estas 12 partes, hacés el equipo perfecto para ganar un Juego Olímpico. Para mí Atenas es eso. Todo lo que pasamos antes, después, fue la primera vez que había muchas expectativas con el equipo. Llegamos después de un torneo en Belgrado, que era el Diamond Ball, había críticas porque no veníamos jugando bien, habíamos comenzado tarde, pero justo, me acuerdo los Super 4 también habíamos perdido, y se hablaba. Y cuando llegamos nosotros sabíamos qué teníamos que hacer y cómo jugar, porque no nos habíamos olvidado de jugar, pero era como que estábamos todos en preparación. Este equipo hizo que yo no me pierda la final. Yo jugué la final y lo siento así. Cualquier equipo que llegue a eso se tiene que sentir increíble. Yo no tengo recuerdo de no haber jugado la final. Decime un equipo que te haga sentir eso. Todos estaban felices.

- Era la primera participación de Argentina con pretensiones de algo. Sin embargo, ustedes venían todos muy acostumbrados a jugar cosas importantes ya.

. Sí, las expectativas y el equipo era como que nos poníamos en otro tier. Siempre hablamos de aceptar esa responsabilidad, de entender que estás en la vereda de enfrente y ahora teníamos que entender la motivación de los rivales. Y no fue un camino fácil. Viendo partidos, lo que me sorprendía era que entrábamos como enojados a jugar. Usábamos las faltas, teníamos rotaciones, sabía que si yo metía dos teníamos cambios, sabíamos cuando entraba Luis cómo cambiaba el equipo. Teníamos un alero que era un pivote más, que es Chapu (Nocioni). No solo en defensa, sino todo lo que nos ayudaba con gente muy grande cuando teníamos que bloquear. Nosotros bloqueábamos y yo sabía que venía Chapu. Luis en su rebote ofensivo, el Colo bloqueando, las rotaciones que teníamos eran seguras. 

- Habían jugado mal la previa, sobre todo en Argentina, contra España B por ejemplo. De hecho, recuerdo que jugaron en el Orfeo y Manu no entró y la gente se enojó.

. Pero porque comenzamos dos días antes del torneo. Entonces, el primer tiempo sacábamos 20 y en el segundo nos caíamos porque habíamos entrenado a la mañana. Prácticas duras, no de esas de tiro. Prácticas duras. Siempre creímos que las prácticas entre nosotros nos ayudaban más. Por la competencia, porque nos desafiaba más. Eran muy duras, muy duras. Y esa forma después la llevábamos a la cancha. 

-¿Te acordás cuándo se enteraron, o te enteraste, que el primer rival era Serbia y Montenegro?

. Sí, me acuerdo que era un partido clave. Comenzamos el candidato. Para nosotros fue un partido que nos cambió todo el torneo. El partido fue una batalla de campal. A nadie le importaba jugar al básquet. Era ver quién le pegaba más al otro. Quedó tan picante de lo que fue el 2002. Me parece que fue como hacer la limpieza del espíritu.

- Cuando ustedes entran en la cancha contra Serbia, es indudable que entran con ese partido en la cabeza.

. No lo teníamos, pero después inconscientemente lo tenés. Para mí ese es otro golpe de oro al equipo. La pérdida del Mundial es un golpe. Porque después nos acostumbramos a jugar así. El partido de Grecia yo creía que íbamos ganando mucho más tranquilos. Y no era así. En un momento tuvimos 63-60 o 73-70. Y no se movía. Defendíamos y errábamos. El equipo estaba acostumbrado a eso. Es como que estábamos controlando el juego. Y eran solo tres puntos. 

-¿Por qué hacés la falta a Tomasevic?

. No, porque si no estaba para meterla, sí. Además, prefería que vaya al tiro libre. Cuando jugás tanto y estás en ese nivel, es como que accionás, no pensás. Nos daba además la posibilidad porque nos quedaba algo de tiempo. Cambia todo el torneo si perdemos ese partido.

- ¿Desde afuera ves que erra el primero y dijiste misión cumplida?

. No, teníamos que sacar rápido y tratar de ver cómo llegábamos al otro lado. Pero teníamos al ancho de espadas. Manu en esa situación tiene estas cosas que le pega una patada del otro lado y la mete, la tiras contra la pared y la mete. Siempre le decía, ‘che, meter todo así es aburrido. Vení a mi mundo un rato’.

- A los dos días, España. Ustedes deberían tener la adrenalina alta todavía.

. España siempre fue muy difícil para nosotros. Nos equiparaba en talento y en forma de juego. Y siempre fueron batallas. La única vez que ganamos fue en el 2010. Un equipo muy complicado, que siempre estuvimos ahí para ganar y nos faltó tener ese cierre. Nos costaba porque es tanta la rivalidad que teníamos por las ligas y Euroliga que siempre nos salíamos un poquito de papel. Pero también nos vino bien ese partido. Después teníamos que ganar el otro día Nueva Zelanda, me parece. Que fue durísimo.  

- La única fácil fue China. Hasta cierto punto. De hecho, la primera fase no fue buena.

. Lo importante es ir sacando partidos y después ver qué te toca. Y a nosotros nos tocó el camino más duro para llegar al final. Porque teníamos que sacar a Grecia, el local, y a Estados Unidos. Y bueno, después Italia no era un equipo fácil.

-¿Lo de Walter contra Grecia te lo acordás?

. Lo de Walter cambió todo. Gracias a Chapu. Estábamos abajo 7, 8 puntos, hace la falta Chapu, entra Walter y cambia todo rompiendo, atacando... contra Estados Unidos también lo hace muy bien. Es un jugador con una calidad y un talento bárbaro. Sabíamos que traía puntos, que no iba a dudar y él entendía su lugar, y aprovechaba cada oportunidad que tenía, como si fuera su última.

- Sobre Estados Unidos, en el 2002 estuvo toda esa cosa mítica de la previa con la charla de Rubén. ¿La situación de repetir les entraba en la cabeza?

. Estados Unidos era un equipazo, pero nunca tuvimos dudas, desde que le ganamos a Grecia y Chapu entró al vestuario pateando todo diciendo, ‘¡y mañana le vamos a ganas a los yanquis!, y un par de palabras más. Pero el equipo salió y ya estábamos mentalizados. Sabíamos que nuestro básquet lo molestaba mucho a Estados Unidos. Por eso, cuando me contaron que después que nosotros le ganamos empezaron a reestructurar todo para parecerse a nosotros, para tener una identidad, fue el halago más grande, para que pase eso tenía que haber un equipo que haya derrumbado algo. Bueno, ese equipo fue Argentina. Nosotros.  

- Lo de Marbury, ¿en qué momento fue, te acordás?

. Un minuto y medio, dos minutos antes del cierre, con el partido definido. Mala fortuna del ángulo porque es el strip. Me pega y me fractura justo el hueso de la mano derecha. Si era la izquierda jugaba con férula. Aunque jugué lo mismo.  

- Más allá de que decis que jugaste la final, la viste toda desde el banco. ¿Qué te pasaba? Con el tiempo nos fuimos acostumbrando a decir que ganamos el oro, y cada año que pasa el logro es más gigantesco. Y más increíble y más imposible de pensar en una posible segunda chance de que pase algo así. ¿Lo llegaste a tomar con naturalidad? Estaban por ser campeones olímpicos.

. No, no lo podés asimilar. Es un hecho que no lo podés asimilar en un año, ni en 2 ni en 10 años. Era tanto... imagínate que lo dejamos a Manu en el estadio. Nos olvidamos a Manu. 

-¿Cuándo te cayó la ficha del oro?

. Cuando estuve en Argentina. Cuando estás acá en Estados Unidos. Ser campeón olímpico acá te pone en otro nivel. Igual todos reconocen al equipo. No hay otro equipo que tenga lo que tuvimos nosotros. O lo que nos dicen que significamos, muchas veces ni lo decimos nosotros. RC Bufford una noche fuimos a comer en Indianapolis y. nos dijo ‘nunca vi un equipo que se mueven todos juntos como ustedes’. Y me parece que esa fue la diferencia.

-¿Qué son los otros 11?

. Son mis hermanos de la vida. Los hermanos dorados. Con muchos estoy en contacto. Pero cuando me veo, por decir, con el Colo y pasaron años, para mi es como si fuera ayer cuando estábamos en la pieza. Son hermanos míos. Tengo esa sensación. Se extraña mucho lo que vivíamos. Es lo que más te genera. Pero hay que disfrutar. Yo no tengo nostalgia de lo que vivía antes de ir a jugar.  Lo que nos pasaba juntos era un lujo, energía... las cosas copadas que te pasan. Y eso no pasa en cualquier equipo.

-¿A 20 años del oro sentís algo distinto?

. El 28 de agosto, cuando sean los 20 años, seguramente empezarán los mensajitos que nos mandamos siempre. Y espero la juntada. Estar en la juntada cada vez que podemos hacerlo es tremendo. Nos pasó hace un tiempo en un evento en Miami. Éramos 4 o 5. Fue volver al equipo. ¿Dónde está el colectivo? ¿Dónde vamos? Es increíble.

Fabián García / [email protected]
Enviado especial a Boston, Estados Unidos
En Twitter: @basquetplus

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