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La vuelta de Echagüe fue soñada, ganándole en un interesante partido a Libertad y sumando su primera victoria de la temporada. Para quien el regreso fue todavía más ideal fue para Sebastián Uranga, quien la rompió con 27 puntos y 8 rebotes, demostrando que está listo para ser una de las revelaciones de la campaña. A continuación hablamos con el ala pivote, quien nos dejó sus sensaciones sobre el encuentro, su actuación y el potencial del conjunto de Maffei.

- Consiguieron un triunfo importante, por ser el debut y por el impulso y la confianza. ¿Qué balance hacés del juego?

. Es difícil hacer un balance en un momento de euforía. Estábamos con dudas, porque somos un grupo de jugadores sin una gran continuidad en la Liga y tenemos muchos novatos. El club está volviendo después de unos cuantos años, los amistosos tampoco habían sido muy esperanzadores... fue una preparación que nos dejó con interrogantes. Y llegamos al partido con una carga emocional y de energía muy alta. La verdad que fue tremenda la actitud y la entrega del equipo. Nosotros lo habíamos hablado: para ganar un partido tenemos que jugar al 150%, porque sabemos que venimos de atrás, porque somos un equipo nuevo en la categoría. Y hasta que te adaptás, todo es nuevo.

- Y encima jugaron sin Bachinsky y perdieron rápido a Augustus en el juego interior.

. Sí, fue un partido duro. Uno cuando está en cancha no se da tanta cuenta, pero después pensás y te das cuenta cuanto significa que no estuviera Bachinsky, para el tema de los rebotes. Sobre todo contra un equipo que en los amistosos nos había castigado muchísimo con Ruiz y compañía. Pero Barroso hizo un laburo tremendo. Emilio también hizo un trabajo bárbaro. Los chiquitos también ayudaron en el rebote. No te puedo hacer una lectura tan táctica de lo que pasó, por la euforia y por cómo se dio todo, con mucha intensidad. Pero creo que fue un indicio para decir, este es el piso que tenemos que tener. No en cuanto a meterla o no meterla, porque yo no había metido 27 puntos en mi vida creo... pero nuestro piso en cuanto a la energía. La entrega y la unión del equipo tiene que seguir así. Esta vez me tocó a mi tener un poquito más de éxito, mañana le tiene que tocar a otro, pero la energía nos tiene que tocar a todos. Es lo que pasó ayer y fue lo que nos potenció.

- Se los vio marcando diferencias en el juego en transición. Corrieron muy bien la cancha. ¿Puede ser una marca registrada del equipo a futuro?

. Sí, nosotros sabemos que somos un equipo que tiene que ir de atrás para adelante. Desde nuestro base hasta nuestro pivote, somos jugadores que vamos para adelante y corremos bien. Y bueno, hicimos una defensa y corrimos un montón. Es lo que nos pide Maffei. En la pretemporada a veces metíamos unos pases a la tribuna, pero decíamos vamos a meterle para adelante, vamos a hacerlo... ayer lo hicimos mucho y bien. Joaquín Baeza pasó mucho la pelota para adelante y eso nos ayuda mucho. Yo no voy a anotar como Vildoza, yo tengo que defender, correr, meter cortinas y agarrar lo que me queda. Y la verdad que Joaquín me ha dado muchas pelotas que me quedaron para correr y ese es el básquet que uno disfruta: poder defender duro y correr para adelante. El equipo lo sintió y estaría bueno que sea una marca registrada que nos de ese aire. Porque cuando tenés un bache, es clave. Porque si te anotan y encima no corrés, estás al horno.

- En lo personal, imagino que es una vuelta soñada a la competencia.

. La verdad que sí. Uno siempre se visualiza y piensa lo que va a ser el juego y cuando era más chico sí pensaba en hacer esta clase de partidos. Pero ahora me visualizo ayudando para ganar, haciendo las rotaciones defensivas, cumpliendo las reglas... pero obviamente que no había visualizado sumar tantos puntos. Es lindo de vez en cuando un mimo, ¿a quién no le gusta? Está bueno. Pero lo bueno es haber ganado, realmente, por la situación del club. Yo ya había tenido una experiencia en el club y desde chiquito venía a ver los partidos de Echagüe, con Cantero, Van Lacke... y haber ganado este partido, con todo lo que eso significa, la verdad que sí, es soñado. Pero no hay que creerse que somos los mejores, ni tampoco los peores. Hay que saber que para ganar hay que dar un 150% y cuando nos toque dar un paso atrás, no deprimirnos. No podemos regalarle nada a nadie. Después vemos si el extranjero mete 20, si el base mete 7 asistencias... pero el piso es la entrega que tuvimos hoy. Ojalá podamos mantener eso, porque lamentablemente no he tenido la suerte de jugar en tantos equipos con esa actitud. Y después vamos a ver para qué nos da, sabiendo las limitaciones que tenemos.

- Recién hablabas de los amistosos. ¿Cambiaron algo en particular?, ¿en qué mejoraron?

. A mi no me gusta poner excusas y los amistosos nos habían dejado con un poco de angustia y de dudas. Porque son lógicas cuando uno pierde. Pero nosostros los amistosos no los jugamos a ganar. Los jugamos sin sistemas, buscando la que es la ofensiva motion, para entendernos mejor, conectarnos y sentir lo que es la base del juego. Todo por concepto y por lectura. Capaz que de otra manera los amistosos los ganábamos, pero de esa manera aprendimos a resolver situaciones más allá del scouting que nos puedan hacer. Por ejemplo, en los amistosos nosotros hacíamos atrapes con Barrios. Y Barrios se abre y si lo dejás solo, la mete. Esta vez hicimos un scouting para no liberar esas situaciones, para no dar tantos espacios en el 1 contra 1, congestionamos más el poste bajo y en ofensiva pusimos algunos sistemas. Los amistosos nos sirvieron como equipo: dimos cuatro pasitos, chiquitos, pero los dimos. Es más lindo entrenar cuando ganas, pero como somos hijos del rigor, cuando perdés le prestás más atención a los errores.