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El arranque del juego fue favorable al Real Madrid, que con un importante protagonismo de Llull tomó una rápida ventaja de 10 a 6. Valencia se acercó con un triple de Van Rossom, pero Ayón marcaba diferencias en el juego interior y la diferencia subió a una máxima de nueve (18-9).

Todo parecía en favor del campeón, pero de a poco, Valencia fue entrando en partido. Dubljevic comenzó a dañar a la defensa de los de Laso y con una notable mejoría defensiva, la visita recortó la brecha y se fue al descanso abajo por tres (20-17).

La levantada del Valencia se mantuvo en el segundo cuarto, ante un Madrid seco en ataque. Entre Dubljevic y Hamilton encaminaron una racha de 8-0 para pasar al frente y más tarde, el propio Hamilton clavó una bomba para dejar a los suyos adelante por 28 a 22.

Un buen ingreso del joven Doncic acercó a los dueños de casa, pero cuando el encuentro parecía volver a cerrarse, los triples impulsaron al Valencia. Dubljevic, Van Rossom y Stefansson castigaron desde afuera, dejando la historia 45-37 en su favor, al entrar al entretiempo.

La esperada reacción del Madrid llegó en la reanudación, con una ráfaga de 7-0 para ponerse a uno. Pero nuevamente la respuesta de los dirigidos por Pedro Martínez iba a aparecer, con tiros de tres de Vives, Hamilton y Martínez para tomar una máxima de diez puntos (56-46).

A falta de tres minutos para cerrar el tercero, la diferencia se mantenía en el doble dígito, hasta que por fin, los de Laso apretaron las tuercas en defensa. La intensidad en la marca subió notablemente y con Reyes como protagonista, el juego se empató. Para culminar el cambio en el trámite, Sergio Rodríguez clavó un triple sobre la bocina, para meter a su equipo a los últimos 10 minutos arriba por 62 a 60.

El ímpetu parecía estar del lado de los capitalinos, pero Valencia mostró mucha personalidad para reponerse y abrir el último período con todo. ¿Sus armas? Las de toda la noche: el goleo de Dubljevic y el tiro externo, con dos nuevas conversiones desde afuera para tomar ventaja de 72 a 67.

Ya contra la pared, el Madrid sabía que no tenía margen de error y apretó el acelerador a fondo en ambos costados. En ataque, consiguió soluciones con la agresividad para penetrar de Llull, mientras que en defensa, se benefició de la salida de Dubljevic tras cometer su cuarta falta (mientras Nocioni tiraba de tres puntos). Un tremendo alley-oop convertido por Ayón coronó un parcial de 7-0 y los campeones recuperaron el liderazgo por dos tantos (74-72).

El partido era de excelente nivel y lejos de quitarse, el Valencia contestó con el debutante Hamilton, de enorme presentación ACB. El ex del Miami Heat anotó en el poste bajo y ayudado por una posterior corrección de Sikma, los valencianos se pusieron 78 a 76, con poco más de un minuto en el reloj.

En la reposición, Nocioni falló de tres puntos y en el otro campo, San Emeterio aumentó con un par de libres. Chacho forzó un ataque para descontar rápido, pero Vives le robó el balón con gran habilidad y habilitó al propio San Emeterio para una bandeja que sentenció la historia.

Finalmente fue 88 a 82 para el Valencia, que no sólo hizo un gran partido, sino que además dio una importante muestra de personalidad, aguantando todos los golpes que el Madrid le tiró durante la noche española. Para el campeón, que venía de perder en la Supercopa con el Unicaja Málaga, mucho por trabajar de cara a una larga temporada que recién está dando sus primeros pasos.

Andrés Nocioni: 5 puntos, 1 rebote, 1 falta cometida, 1 falta recibida, 1-1 en triples y 2-3 en libres durante 13:57 minutos en el campo de juego.