Dallas se quedó sin nafta sobre el cierre y perdió una vez más, esta vez ante Phoenix Suns y en un peleadísimo juego que terminó por 102-95. No fue una buena noche para los Mavericks independientemente del buen partido que plantearon durante más de cuarenta minutos, sumando así su 25° derrota de la temporada.
Nicolás Brussino pudo estar una buena cantidad de tiempo dentro del campo, y eso sin dudas es una de las mejores noticias de la jornada. El escolta jugó 10 minutos, tiempo donde no anotó puntos (0/2 en triples) pero ayudó con 2 rebotes, 1 asistencia y 1 robo.
La historia en el American Airlines Center se definió en los minutos finales de la noche, en un partido donde el local hizo mucha fuerza pero no tuvo premio. Eric Bledsoe fue el factor determinante de la jornada, no solo por ser el máximo anotador con 26 puntos sino también por haber encadenado una racha de tantos que sirvió como el impulso definitorio para Phoenix en los últimos minutos.
Parecía que los Mavericks podían adjudicarse su segunda victoria consecutiva recordando la buena noche que habían tenido en Washington el martes. No obstante, con el juego igualado en 93 la tendencia terminó favoreciendo a unos Suns que de la mano de Bledsoe (un triple y un doble) metieron un sprint decisivo para ponerse 100-93 a 23s del cierre. Ya no hubo tiempo para una última reacción local, y la victoria quedó en manos de Phoenix.
Independientemente de lo hecho por Bledsoe, Devin Booker también fue un factor determinante en la visita tras sumar 22 unidades. Es la segunda vez en la temporada que Phoenix gana juegos consecutivos, recordando que su marca de 12-25 lo coloca antepenúltimo en el Oeste. Al ser un duelo casi directo, la derrota de Dallas duele mucho más.
En los Mavericks se destacaron los 20 puntos de Deron Williams, máximo artillero del elenco texano y gran impulsor de los mejores momentos del local. Por su parte, Harrison Barnes registró 19 tantos y 6 rebotes para emerger como la segunda figura del equipo de Rick Carlisle.