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Peñarol 102 - Quilmes 96

Peñarol ganó un clásico espléndido: 102-96 en suplementario / Básquet Plus

Peñarol se llevó una nueva edición del clásico marplatense después de derrotar a Quilmes por un tremendo 102-96. El equipo de Sergio Hernández se adjudicó un cruce tremendo, un espectáculo espléndido que se terminó de definir en tiempo suplementario y en un partido clave para sus aspiraciones en la zona alta del Sur. La figura del juego fue Fabián Sahdi, de enormes ingresos en la noche y autor de 24 puntos (con 4/6 en triples) más 9 asistencias.

Lo del Milrayitas seguramente tendrá mayor mérito si tenemos en cuenta que el equipo levantó una desventaja de ocho unidades a cinco minutos de finalizar el tiempo regular, ante un Quilmes que tenía prácticamente controlado el juego pero que se topó con la reacción de Peñarol de la mano de Leo Gutiérrez y el banco de suplentes. Además de lo enorme de Sahdi también hay que subrayar la tarea clave de Massarelli, como así también una nueva gran noche de Nicolás Brussino, que no solo fue regular en su despliegue sino que también anotó el triple clave para quebrar la historia en el cierre del suplementario.

La historia arrancó pareja, sin un claro dominador pero con un Peñarol que consiguió tener una mayor continuidad con el correr de los minutos. Quilmes no salió del molde y se recostó en su as, Baxley, aunque los demás actores (sacando una buena labor defensiva de Gallizzi) no tuvieron demasiada incidencia.

El duelo entre Baxley y Brussino fue digno de seguir, sobre todo porque el pibe cañadense le puso una intensidad y una verticalidad bárbara (hasta le metió una terrible tapa al extranjero de Quilmes). Peñarol sacó diferencias en el marcador con un gran Brussino, aunque también tuvieron sus momentos Figueroa y los triples de Leo Gutiérrez.

El momento del Milrayitas permitió un primer despegue de ocho unidades (15-7), y cuando el duelo parecía inclinarse totalmente a favor de los de Hernández reapareció en escena el rival. Quilmes obligó a que Peñarol cometa pérdidas y en un trámite que pasó a verse interrumpido por muchas faltas hizo negocio, porque Baxley fue efectivo en los libres y arrimó a la visita. De todas formas, Peñarol se llevó por 22-18 el parcial inicial.

El Cervecero estiró su buen pasaje en el arranque del segundo episodio, con un gran trabajo de Romero en ambos costados y algunas cositas de Vildoza y Maciel. En la otra vereda, Peñarol salió incómodo en el duelo de internos porque a Acuña le llevó algo de tiempo para gravitar teniendo a Romero enfrente. El juego igual siguió parejo porque cuando Acuña pudo dañar también se sumó la tarea de Massarelli, equiparando el trámite.

Hubo protagonismo repartido, porque Peñarol también encontró buenas respuestas con el ingreso de Sahdi. Quilmes trató de contrarrestar con pasajes de Vildoza y Cequeira, pero lo cierto es que las soluciones que tuvo el Milrayitas desde los relevos, con Sahdi como gran foco, fueron mejores y eso permitió que el dueño de casa se escape a ocho (51-43) al concluir el segundo periodo.

Con un triple de Gutiérrez y un doble de Moss, Peñarol llegó a tomar una máxima de once unidades (56-45) y volvió a amenazar un posible quiebre de juego. No obstante, la respuesta de Quilmes llegó con una bomba de Cequeira que impidió ese despegue por parte de los de Hernández.

De todas formas el Cervecero tuvo que remar desde atrás en todo momento, intentó descontar por varias vías pero no consiguió empardar la historia, aunque tampoco permitió que Peñarol volviese a tomar distancias amplias al menos por varios pasajes. No fue el pasaje más efectivo para el Milrayitas, por eso también Quilmes supo sostenerse desde el fondo y conservó las expectativas para un posible zarpazo.

Un nuevo triple de Sahdi volvió a poner a Peñarol con una brecha de once (68-57), sin embargo el dueño de casa se secó en los últimos tres minutos y sus tiros de tres puntos no encontraron buen destino. Quilmes aprovechó, lo hizo muchísimo mejor en ese cierre y fue remontando la historia, consiguiendo ponerse abajo por tan solo una posesión (69-67) con un triplazo largo, casi de punta a punta, por parte de Vildoza y sobre el ocaso del cuarto.

Y ese triple de Vildoza terminó significando una enorme inyección anímica para la visita, que se impulsó en el arranque del último cuarto y pudo darlo vuelta. Baxley volvió a ser desequilibrante y la defensa de Peñarol no encontró la forma de detenerlo, lo que de a poco provocó un giro en el partido y dejó a Quilmes 77-73 arriba a seis minutos del cierre. Los de Ramella potenciaron sus ánimos y pasaron por pasajes de gran nivel, sacando una brecha de ocho (81-73) y acrecentando la crisis de Peñarol.

Sin embargo el juego tuvo lugar para una nueva reacción por parte de Peñarol, que apretó la historia y le puso un suspenso enorme a los minutos decisivos. Ahí apareció Gutiérrez, renovando las esperanzas del Milrayitas con dos triples y poniendo en jaque la ventaja de Quilmes (83-82 a falta de dos minutos).

El tema de las faltas fue clave y pasó factura sobre el cierre. La realidad es que Peñarol perdió cuatro jugadores (Moss, Diez, Gutiérrez y Figueroa) y Quilmes solo uno (Gallizzi), todos en aquellos minutos de definición. Igual hubo un atractivo tremendo en esos dos minutos finales porque Peñarol remó desde atrás y con más eficacia en los libres empató el juego en 88 restando 16 segundos. La última bola del tiempo regular quedó en manos del Cervecero, pero Baxley no pudo anotar y el duelo entró en suplementario.

Casi dos minutos tardó en moverse el marcador dentro del suplementario, en un inicio bastante impreciso por parte de ambos elencos pero jugado con absoluta intensidad. Sahdi rompió la sequía con una doble prácticamente de espaldas y a la pasada, empujando a un Peñarol que salió mejor a la prórroga y encontró un oportuno quiebre con un triple lleno de suspenso por parte de Brussino.

Con la bomba del escolta el Milrayitas se puso 97-92 a falta de 1m11s, Quilmes tuvo sus chances pero no consiguió aprovecharlas en el momento indicado, decretando poco a poco el triunfo de Peñarol. Para completar su rutilante y decisiva labor, en ese cierre Brussino también le metió una gran tapa a Cequeira, y así se terminó de encaminar el gran 102-96 que desató el festejo de Peñarol.

Lucas Leiva / [email protected]

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