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Peñarol (Mar del Plata) 88 - San Lorenzo (Capital Federal) 86

Peñarol comenzó mejor parado el gran partido ante San Lorenzo y con un encendido Baxter, sacó las primeras ventajas de la noche marplatense. El alero estadounidense tenía muchas libertades de parte de un rival que no mostraba la intensidad defensiva de otras ocasiones.

En el otro costado, había un gran trabajo en la marca de Giorgetti sobre Herrmann, dejando casi sin tocar la pelota a uno de los goleadores de la competencia. El joven alero también sumó en ofensiva, convirtiendo un triple que le dio la máxima a su equipo (18-9).

San Lorenzo se mantenía a tiro con las bombas de Aguirre (tres en el cuarto), pero no hacía pie en defensa, donde seguía sufriendo la eficacia inusitada de los locales. Gutiérrez se anotó con otro tiro de tres y al llegar al primer descanso, el marcador tenía a los de Hernández al frente por 30 a 21.

En la primera jugada del segundo período, Peñarol sacó 12 con un nuevo triple de Leo. Igualmente, la ventaja frenó su crecimiento allí. Los marplatenses sufrieron la salida de sus referentes, con una banca que no rindió como en otras ocasiones. Todo lo contrario sucedió con la de su rival, que entre Faggiano y Musso, lograron acortar la brecha a cuatro (37-33).

Cuando los de Lamas empezaban a golpear a la puerta, una ráfaga de Peña entre Diez y Brussino llevaron la distancia a 9. De todas maneras el Ciclón lo cerró mejor, con un Faggiano determinante y ante un Peñarol con más trabas ofensivas que en el comienzo del juego, pudo llegar al mediotiempo abajo por apenas cinco unidades: 46-41. Todo abierto para los segundos 20 minutos.

La mejoría de la visita se mantuvo en el reinicio de las acciones. Peñarol estaba muy empecinado en usar el 1 vs 1 de Baxter, ya sin tantos resultados y con una bomba de Mata, más una técnica a Okosa, el partido se empató en 47.

Desplegando toda su variedad de recursos, los de Hernández cortaron la mala racha con un triple de Leo y un ganchito de Okosa, ya en un duelo personal con Lydeka. Así, el local contuvo de momento la reacción del contrario, sacó cinco y forzó a Lamas a tomar un tiempo muerto.

Igual el encuentro ya era otro, con un trámite mucho más parejo. Con un dos y uno de Mata y el cuarto triple de Aguirre, San Lorenzo igualó en 58, hasta que un doble casi sobre la bocina de parte de Diez, quebró la paridad. De esta manera, el dueño de casa se metió a los 10 finales al frente por 60 a 58.

El último cuarto tuvo un primer rato de ida y vuelta. La visita pasó al frente con el quinto triple de Aguirre, pero no pudo sostener la delantera y con un buen tramo de Diez y una corrida de Baxter (primeros puntos en transición del partido), el Milrayitas tomó tres de diferencia.

Un triple de Baxter le dio respiro al local (+6) pero en un abrir y cerrar de ojos, San Lorenzo borró la ventaja: bombas de Mata y Aguirre, para empatar en 71. Con ese marcador cerrado llegaron al último minuto, donde un dos y uno de Gutiérrez puso a los marplatenses al frente por 78 a 76, para que inmediatamente el Penka empatará la historia con una penetración.

El cierre sería bastante confuso. Luego de que Leo fallara en un costado, Aguirre tuvo la última pelota para ganarlo. El base falló, pero luego le robó el rebote a Gutiérrez mientras sonaba la chicharra de 24 segundos (había un segundo de diferencia con el reloj de juego) y anotaba el doble que parecía ser de la victoria.

Sin embargo, los árbitros no lo convalidaron y le dieron reposición a los de Lamas desde la línea de fondo. El propio Aguirre tuvo una nueva chance para ganar, pero falló y el juego se fue a suplementario, igualado en 78.

Tras un par de minutos de igualdad, Peñarol dio el primer paso al frente en la prórroga, con puntos de Gutiérrez y un doble largo de Massarelli. San Lorenzo se mantuvo a tiro y de hecho tuvo la chance de pasar al frente, pero un disparo a la carrera de Aguirre quedó desviado.

Desde la línea de libres, Figueroa aumentó la distancia a dos (88-86), convirtiendo uno de sus dos intentos. Con siete segundos, los visitantes tenían la última pelota y la misma fue a manos de un ex hombre de la casa: Marcos Mata. El alero tomó un triple a la carrera, pero el mismo no entró y con el rebote de Okosa, Peñarol se aseguró no sólo el triunfo, sino generarle la primera caída de la campaña a su rival. Pero por sobre todas las cosas, quedarse con un verdadero partidazo.