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Atlanta Hawks (1) 106 - Washington Wizards (1) 90

Luego de su mal primer partido, los Hawks mostraron otra cara este martes, imponiéndose como locales ante Washington por 106 a 90, para igualar su serie en 1. La variable del juego fue la ausencia de John Wall, quien no pudo ser parte del mismo debido a una lesión de muñeca, para la cual todavía no hay precisiones en cuanto a un tiempo de recuperación.

Más allá del resultado final, no fue un encuentro fácil para los de Budenholzer, quienes enfrentaron a un equipo con la confianza por las nubes, gracias a su récord de 5-0 para abrir la postemporada. Sin embargo, luego de tres cuartos muy parejos (80-75), los dueños de casa impusieron su jerarquía en el último (26-15) para emparejar la serie.

Está claro que a Atlanta le está costando encontrar la regularidad que tuvo durante la fase regular y que lo llevó a ganar 60 partidos. Sin embargo, en este juego dio algunas muestras de mejoría, sobre todo en cuanto a su habitual movimiento de pelota: aún cuando no estuvieron certeros de tres puntos (10-29), terminaron con 30 asistencias sobre sus 37 goles de campo. Cinco Hawks distintos repartieron al menos 4 asistencias.

Washington combatió durante 36 minutos la ausencia de Wall, pero en el cierre, pagaron caro el no tener un jugador capaz de crear su propio tiro, quedándose en apenas 16 tantos en el cuarto período. Claro, cuando Wall está presente, es sencillo realizar aclarados o jugadas de pick and roll para él, pero honestamente, ante su ausencia los Wizards no tienen demasiadas variantes confiables a las que recurrir. Habrá que ver cuanto tiempo se pierde finalmente, pero si el base no vuelve para los próximos partidos, los de Wittman están en problemas serios.

En el ganador hubo otro excelente partido de DeMarre Carroll, quien llamativamente viene siendo de lo más consistente de Atlanta en estos playoffs. El alero terminó con 22 puntos, superando la producción de Paul Millsap y Al Horford, quienes sumaron 18 cada uno. En la visita, los mejores fueron Ramon Sessions con 21 y Bradley Beal con 20.

Golden State Warriors (1) 97 - Golden State Warriors (1) 90

En la noche donde Stephen Curry recibió su premio de MVP, no sería el hombre de Golden State, sino el base de sus rivales Grizzlies, quien se mostraría como el jugador más valioso de la jornada. Mike Conley volvió de su lesión en la cara y fue fundamental para que Memphis se robe la ventaja de localía, mostrando una vez más que nunca se los puede descartar en este tipo de escenarios.

El rendimiento de Conley fue superlativo, aún cuando debió jugar todavía sin recuperarse a un 100% de sus fracturas faciales y con una mascara. El hombre de los Grizzlies no sólo fue el goleador del partido con 22 puntos, sino que además lo hizo de manera muy efectiva (8 de 12 de cancha) y como si esto fuera poco, ayudó a controlar a un Curry que tuvo una noche bastante desacertada.

El MVP de la 2014/2015 esta vez no estuvo a la altura de ese premio, ya que si bien fue el goleador de su equipo con 19, lo hizo con un flojo 7 de 19 de cancha y 2 de 11 en triples. Igual, no fue el único que sufrió en el local: el quinteto inicial de Kerr se combinó para un horrible 3 de 22 en tiros de tres puntos, una de las mayores especialidades del grupo.

Esto marca a las claras que más allá de la tarea enorme de Conley, los de Joerger, una vez más, se impusieron gracias a su juego colectivo y gran nivel defensivo. Además, el base fue apoyado con 20 puntos de Zach Randolph y 15 tanto de Marc Gasol como de Courtney Lee. Curry fue el único que anotó más de 14 unidades en Golden State.

Las mayores diferencias entre uno y otro se vieron en la primera mitad. Memphis ganó el primer cuarto por 28 a 22 y luego extendió la ventaja en el segundo, para llegar al entretiempo 50 a 39 al frente. Los Warriors intentaron remontar lo que llegó a ser una máxima de 16, pero se quedaron cortos y ahora están obligados a ganar al menos un juego en la ruta para tener chances de avanzar de fase.