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La sintonía no cambia y New York Knicks volvió a perder un nuevo partido en la NBA. Los de la Gran Manzana sumaron una caída en recinto ajeno, esta vez en el Air Canada Centre, la casa de Toronto Raptors, por 118-108 ante el combinado local. El déficit de los neoyorkinos se acrecenta cada vez más, y ya llevan una racha adversa de cinco derrotas en fila para un récord general de 5-25.

El calco que se repite en todos los encuentros de los Knicks es la cuota goleadora de Carmelo Anthony, máximo anotador de su equipo y mejor artillero del cotejo con 28 puntos. Desde la banca, JR Smith (16) y José Calderón (15) lo escoltaron en unidades encestadas aunque el tridente goleador de los Raptors tuvo un mayor peso: Kyle Lowry (22), Louis Williams (22) y Greivis Vásquez (21).
New York Knicks arrancó siendo superado desde los primeros minutos. Toronto fue sacando diferencias sólidas desde el inicio, con Ross como principal arma ofensiva pero también con los aportes de Lowry, realizando un goleo repartido y preciso ante unos neoyorkinos que tardaron en hallar a Anthony.

La primera brecha importante fue de diez unidades (19-9), diferencia que se mantuvo en el tiempo independientemente de los intentos de la visita. Prigioni tomó protagonismo sobre el cierre del primer parcial, anotando desde la línea de libres (a todo New York le costó encestar tiros de campo de manera fluida), pero de todas formas el equipo de la Gran Manzana se vio abajo por ocho tantos al culminar los primeros doce minutos de partido (33-25).

Para el segundo cuarto no se presentaron variantes tan marcadas. A ambos conjuntos se les hizo difícil hallar tantos, ya sea para descontar o ampliar distancias. Prigioni siguió teniendo llegadas al aro, con un doble suyo los Knicks se arrimaron a siete tantos (37-30) pero los Raptors no permitieron que se aproximen a una menor diferencia y se escaparon una vez más.

Con el tridente Lowry-Johnson-Williams, Toronto tomó una renta de quince unidades (54-39) a poco más de cuatro minutos para el entretiempo. En el final del episodio hubo un leve recorte por parte de New York, de la mano de Anthony y dos muy buenos dobles de Prigioni que valieron para que la visita tome cierto respiro. La diferencia se redujo mínimamente, pero los Knicks se pusieron a tiro con ese buen cierre y se fueron a los vestuarios abajo por 58-51.

En el regreso al parquet de juego, los Knicks siguieron batallando pero carecieron de continuidad y Toronto volvió a tomar una buena distancia. Los libres de Valanciunas, más un Lowry cada vez más importante y un Ross que apareció en el momento oportuno, valieron para que el dueño de casa se siga manteniendo al frente y plasme un 75-58 dominante. Parecía que New York no tenía nada para hacer, pero nuevamente apareció un sprint de alivio, con Anthony como eje pero también con presencia de Smith y Aldrich. ¿El resultado? Los Knicks con vida una vez más colocándose a diez: 77-67.

Pero era obvio que al equipo de Dereck Fisher no le iba a alcanzar con esas pequeñas ráfagas de puntos, no mientras no mantenga una regularidad que le permitiera pasar al frente y manejar el partido con otro semblante. Los Knicks necesitan de esto y mucho, pero a pesar de la búsqueda constante la chance se le negó por enésima vez y el buen cierre de parcial de Toronto volvió a complicar: 14-8 y global de 91-75 entrando a los últimos doce minutos.

La brújula ya estaba perdida, pero Anthony siguió tomando las bolas definitorias de cada jugada para ampliar sus número y (¿por qué no?) alentarse a una remontada que ya parecía imposible. Pero Toronto no entró nunca en pánico, nunca más redujo su diferencia a menos del dolbe dígito y manejó el final del encuentro con muchísima solvencia, sin hacer mayores desgastes y contestando una especie de golpe por golpe que quiso plantear New York sin éxito.

Lowry, Johnson y Vásquez contribuyeron a que los Knicks no amenacen esa buena diferencia en manos de los Raptors, y así poco a poco el tiempo fue decretando un final anunciado, casi previsto desde aquel cierre del tercer cuarto donde se vio el último intento serio de remontada por parte de New York. Fue final por 118-108, con Toronto sin anotar en los últimos dos minutos y con unos Knicks que maquillaron un poco lo que ha sido una nueva y amarga derrota en la temporada.
Pablo Prigioni tuvo momentos de juego aceptable, sabiendo que no es un jugador enfocado netamente al aporte de puntos pero firmando una planilla con 8 puntos (3/3 en dobles, 0/2 en triples y 2/2 en libres), 2 rebotes, 5 asistencias, 1 robo y 2 faltas personales en 21m28s.

Lucas Leiva / [email protected]
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