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Ray Allen fue una de las piezas más importante del equipo de Boston que se coronó campeón de la NBA en la temporada 2007/08, el último título de los Celtics hasta el momento. Había conformado una muy buena relación de amistad con Kevin Garnett, Paul Pierce y Rajon Rondo, los referentes verdes. Sin embargo, en el 2012 el escolta se fue al máximo contendiente de la franquicia en el Este, el Miami Heat, y la buena onda quedó dinamitada. Por lo menos esa era la historia aceptada de forma unánime, pero Allen brindó más detalles sobre su última temporada en los Celtics, en una entrevista con la cadena NBC Sports Boston.

"Durante la última temporada en Boston comencé a sentir cierto tipo de resentimiento hacia mí en la pista. Al principio otras personas me lo decían y yo lo ignoraba, porque no me gustaba que la gente se metiera en mi equipo ya que se trataba de mis compañeros. Pero siempre me decían: ‘Cuando sales de una pantalla, te ve y no te pasa la pelota cuando estás abierto'", comenzó el mítico escolta, haciendo referencia a Rajon Rondo, en el marco de la temporada 2011/12.

Pero, no se quedó en ese concepto, sino que redobló la apuesta y confesó los términos de una charla con Doc Rivers: "Al principio era mi familia la que me lo decía, porque seguían atentamente los partidos y entendían del juego. Yo seguía diciendo que no entraba en esos asuntos. Pero llegó un momento que empecé a prestarle atención porque comencé a darme cuenta. Fui con Doc Rivers y le dije: 'Doc, creo que este chico me mira y no me pasa la pasa la pelota. Y no sé por qué, porque ejecuto las jugadas que preparás y Rondo no me la pasa. Él tira o va en otra dirección'. El coach me dijo que habían hablado de ello con el cuerpo técnico. Yo no me lo terminaba de creer… ‘Entonces lo sabías todo este tiempo y no me dijiste nada. Y lo que es más importante, tampoco le dijiste nada a él’. Creo que su respuesta a tal problema llegó cuando quiso mandarme al banco de suplentes".

El certero tirador nunca pudo recomponer esa situación negativa con los Celtics, en donde jugó durante cinco temporadas (358 partidos) y promedió 16.7 puntos y 47.2 por ciento de efectividad de campo. Ese rendimiento, junto con el resto de su impecable trayectoria, le permitieron ingresar este viernes al Salón de la Fama de la NBA.