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La llegada de Chris Paul a Oklahoma City Thunder en 2019 coincidió con el inicio del ciclo de Shai Gilgeous-Alexander en la franquicia, y aunque solo compartieron una temporada, el impacto fue profundo. Paul, ya un veterano, fue clave en guiar al joven base, que acababa de llegar desde los Clippers. El padre de Shai, Vaughn Alexander, reveló que CP3 fue una figura fundamental en su desarrollo, no solo en aspectos técnicos del juego, sino también en cuestiones como la preparación física, la alimentación y la vida fuera de la cancha.

Uno de los aprendizajes clave fue cómo leer defensas y provocar faltas, una especialidad de Chris Paul. Vaughn explicó que Paul le enseñó a su hijo a sacar ventajas de contactos mínimos para conseguir tiros libres, una habilidad que ha perfeccionado con los años. Además, influyó directamente en su evolución como lanzador desde la línea: mientras que en sus primeros años Gilgeous-Alexander rondaba el 80% de acierto, en las últimas temporadas superó el 87%, rozando el 90%, en parte gracias a los consejos de Paul, quien lo animó a alcanzar un nivel de élite en esa faceta.

El propio Shai reconoció públicamente la influencia de Paul en su vida durante las Finales del Oeste de 2025, destacando que su relación fue mucho más allá del baloncesto. Lo definió como un mentor, un hermano mayor y un amigo que le brindó apoyo emocional y guía en todos los aspectos de su vida, desde el manejo de su carrera hasta la gestión de su entorno personal. Según Gilgeous-Alexander, Paul fue la primera figura cercana que logró lo que él soñaba, y eso le dio un ejemplo tangible a seguir.

Aunque solo compartieron una temporada en cancha, los resultados hablan por sí solos. En aquel año, Paul promedió 17,6 puntos y 6,7 asistencias, mientras que Gilgeous-Alexander tuvo una sólida campaña inicial con 19 puntos por partido. Cinco años más tarde, Shai es el MVP de la temporada 2024-25, máximo anotador de la liga y una de las grandes estrellas de la NBA que hoy puede ganar su primer anillo.