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Los Clippers jugaron este miércoles uno de sus peores partidos de la campaña, luciendo como un equipo desconectado y cayendo como locales ante el Jazz por 102 a 91. Demasiado individualismo y poco juego en conjunto, para unos angelinos que ahoran han perdido cuatro de sus últimos cinco encuentros.

El partido no empezó mal para Los Angeles, que se llevó el primer cuarto por 23 a 21, detrás de un rendimiento inspirado de Blake Griffin (10) y una buena respuesta de su banco de suplentes.

Los primeros signos negativos se vieron en el segundo período. Griffin siguió anotando (otros 10), pero mientras que él convirtió sus 5 lanzamientos al aro, sus compañeros apenas encestaron 3 de 15 disparos. Utah aprovechó esta situación en parte e igualó el juego en 45.

Ofensivamente, poco iba a cambiar para los Clippers. Griffin anotó 13 puntos más en el tercero, pero sus compañeros nunca se involucraron en el ataque. Para colmo, ahora los de Rivers sufrían atrás, donde entre Neto y Favors, dejaron al Jazz al frente por 73 a 68.

Si hasta ahí el partido de Los Angeles venía siendo flojo, el último período fue muy malo. No sólo pasó por una cuestión de juego, sino de actitud: se vio un equipo sin demasiada química ni energía para revertir una situación adversa.

Con un tremendo cierre de Hayward, el Jazz no perdonó y llegó a sacar 17 de máxima. Entre Griffin y Paul maquillaron un poco el resultado en el cierre, pero de todas formas, el 102 a 91 final dejó a unos locales descontentos y hasta con algunos abucheos.

Gordon Hayward fue la gran figura del ganador, terminando con 33 puntos y 7 rebotes, mientras que Derrick Favors lo acompañó con 22. Por el lado de los Clippers, no fueron suficientes los 40 tantos de Blake Griffin ni los 24 de Chris Paul.

Pablo Prigioni: no ingresó.