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Ganar ya. La NBA viene dando hace tiempo esa sensación como única válida para algunas franquicias, sobre todo para aquellas que han dejado de pertenecer a dueños más tradicionales o que han cambiado sustancialmente su front office, con general managers que, algunos jóvenes o nuevos, buscan impacto pero, más que eso, éxito inmediato. 

La lista la iniciaremos hace 12 años, en 2013, cuando Boston hizo una movida que terminó siendo genial a manos de Brooklyn (recién trasladado a esa ciudad desde New Jeresey), en esa época en manos del millonario ruso Mijaíl Prójorov, que había comprado la franquicia en 2010 y quiso ir directo por el título llevándose de los Celtics a Kevin Garnett y Paul Pierce. A cambio entregó casi todo lo que tenía pensando en futuro: 4 primeras rondas de draft más Keith Bogans, MarShon Brooks, Kris Humphries, Kris Joseph y Gerald Wallace. Ninguna estrella, pero sí lo que representaban las rondas de draft. Boston, con esas elecciones, consiguió luego a Jaylen Brown y Jayson Tatum. Guau. Los Nets de Garnett y Pierce (37 y 36 años), fueron un fiasco y nunca pasaron de segunda ronda. 

La mayor cantidad de este tipo de pases, igualmente, vino del 2019 para acá. La movida que llevó a LeBron a Miami contagió a otros, que quisieron armar súper equipos, algunos de los cuales dieron todo por eso y se quedaron sin nada. El ejemplo contrario fue el de Los Angeles Lakers, que en 2019, para llevarse a Anthony Davis, le dio a New Orleans a todas sus jóvenes promesas: Lonzo Ball, Josh Hart, De'Andre Hunter y Brandon Ingram, más 3 primeras rondas de draft. LeBron había llegado un año antes y los angelinos buscaron alguien que pudiera ayudarlo a conseguir un título ya, y lo consiguieron con Davis. Ganaron el anillo en la burbuja del 2020. Fue el último de la franquicia. 

En el 2021 empezaron los trades de equipos que creyeron que llevar a James Harden era sinónimo de ganar. Los Nets se deshicieron de Jarrett Allen y Taurean Prince (a Cleveland), Caris Levert (a Indiana) y le dieron... ¡7 primeras rondas de draft a Houston! de las cuales todavía le quedan 3. De más está decir que la experiencia de Harden en Brooklyn no fue exitosa, pese a juntarlo con Kevin Durant y Kyrie Irving. Lesiones y la increíble locura de Irving con las vacunas hicieron que todo se fuera al demonio. Incluso Harden. 

En el 2023, tras su paso por Philadelphia, La Barba se fue a los Clippers, que por él dieron a Nicolas Batum, Robert Covington, KJ Martin, Marcus Morris, 2 primeras rondas, 2 segundas rondas y cash. Hasta ahora, tampoco lograron el éxito esperado, pese a tener también a Kahwi Leonard en su roster. 

Hasta la semana pasada, la última movida de ese tipo: ganar ya aunque entregue el futuro, la había realizado Phoenix Suns, con nuevo dueño (Mat Ishbia), que también quiso ser el héroe de la película y fue por un Kevin Durant de 34 años para 35, intentando con Devin Booker armar un equipo campeón. Un desastre. Llegó a la segunda ronda en el 2023 y perdió en la primera el año pasado. Y por Durant dejó ir a varias perlitas que tenía: Mikal Bridges y Cameron Johnson, más 5 primeras rondas de draft. 

Finalmente, hace pocos días, también cayó en esa Golden State. Para ir por la última gloria con el jugador más importante de su historia, Steph Curry, fichó al carísimo Jimmy Butler, confirmando un tridente con Draymond Green que suma 107 años. La calidad de Butler es innegable, pero para eso dejaron ir a Andrew Wiggins, decisivo en el último título de los Warriors en el 2022 ante Boston, más una primera ronda del draft. El resultado está por verse y tiene chances de éxito, pero las últimas experiencias para ganar ya han fracasado. Siempre puede haber una nueva oportunidad.